miércoles, 17 de abril de 2024

Saltonautas. Hao Jingfang

 


     "Los proyectiles explosivos agitaron las luces del bar".

     Tengo que decir que algunas de las lecturas que recuerdo como más divertidas e interesantes son sci-fi. Un género al que poco a poco parece que se le va perdiendo el miedo por parte de los lectores no habituales y que, con ayuda de plataformas y grandes producciones, se va abriendo hueco entre casi cualquier tipo de lector. Hoy traigo a mi estantería virtual, Saltonautas.

     Conocemos a Yun Fan, una arqueóloga que cree que hubo, y volverán, extraterrestre. De algún modo pide ayuda a un chico que se dedica a la criptomoneda y viene de buena familia. Y además se encuentra con su ex y acaba yendo con él y cn otro hombre a reunirse con ellos. Hay que decir, además, que en el momento en que se desarrolla la novela, hay una guerra.

     He puesto en último lugar el conflicto porque si empiezo diciendo que la novela parte de un mundo dividido en dos grandes potencias en conflicto y que hay un contacto con una especie alienígena, corría el riesgo de quedarme en la parte más superficial de la historia. Es cierto que es importante pero también que la autora muestra más interés en la historia, la política e incluso el clásico dos chicos se sienten atraídos por la misma chica que por ese punto en concreto del contexto de la novela. Con personajes trabajados y obligados a ser la vía y boca por la que la autora da muestras de sus intereses acaban resultando tanto o más interesantes que la propia parte de ciencia ficción y es que, si bien es cierto que tiene una parte que se asemeja más a una novela de aventuras, parece que uno de los puntos importantes de la historia es dejar clara la importancia de la colaboración en lugar del enfrentamiento. Jingfang parece construir en la novela un mundo dispuesto a ser reutilizado, algo que se deduce también del ritmo con una primera parte más tranquila y arquitectónica frente a una segunda más llena de acción en la que la novela crece para aprovechar todo su potencial. Es ahí donde conocemos mejor a los personajes y cuando la novela mira realmente al frente avanzando tras haber perdido esa necesidad de dar información para situar al lector tanto como para prepararlo para luego avanzar.

     De un tiempo a esta parte los libros ambientados en China o Japón están siendo traducidos y son evidentemente más leídos, desconozco si se pusieron de moda y empezaron a llegar o que su llegada provocara que se pusieran de moda, pero es interesante el uso que hace de la tradición china la novela de sci-fi logrando en este caso una mezcla entre pasado y futuro que funciona y que representa en cierto modo que las mezclas pueden sobrevivir unidas, otra base de las ideas de la historia. Y es que para el mundo que la autora nos presenta, los alienígenas son hostiles, aunque no todos piensen eso. De hecho tal vez han estado en contacto con nosotros tanto tiempo como para que tengamos costumbres firmemente arraigadas en puntos de partida que ni siquiera sospechamos.

     Sé que apenas he hablado de la parte más llamativa para algunos, los alienígenas. Pero es que entrar en ello directamente sería quedarme con lo clásico que todos esperamos de un título como este. Solo diré que hay alienígenas, que se entra en el concepto clásico de alienígenas antiguos y que, por supuesto, se realizan viajes espaciales, solo que esta parte la dejo para que la descubráis añadiendo que, si bien quedan hilos abiertos que se cerrarán más adelante, la novela se puede leer de forma autoconclusiva perfectamente. 

     Saltonautas es una novela que va claramente de menos a más que aporta una visión mucho más compleja que la de un simple contacto con una especie alienígena.

     Y vosotros, ¿sois lectores de sci-fi?

     Gracias.

     PD. Soy una superficial, me encanta la cubierta.

lunes, 15 de abril de 2024

Amarilla. R. F. Kuang

 


     "La noche que veo morir a Athena Liu, estamos celebrando su acuerdo televisivo con Netflix".

     No se juzga un libro por su cubierta pero este llama la atención por dentro y por fuera. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Amarilla.

     Conocemos a June Hayward, una aspirante a escritora que no superó su primera prueba al fracasar con su primera novela. Una historia como la de tantos que trabajan para llegar a las librerías, pelean con editoriales y escritores y, finalmente, fracasan. Para ahondar en su amargura, una de sus compañeras y amiga ocasional Athena-Liu, logra el éxito. Athena es hermosa, exótica y un genio literario. Y encima es amable con June, cualidades que por separado pueden hacer a alguien más o menos simpático pero, todas unidas, lo llegan a convertir en una persona odiosa para quien tiene el ego frágil. Y entonces, una noche, Athena invita a June a su casa tras tomar unas copas, siguen bebiendo, y Athena muere. Oh, vamos, ya sé lo que estáis pensando: es una novela negra y June la culpable y blablabla... Pero no. Athena muere de forma fortuita. Lo que pasa es que en su casa se encuentra el manuscrito que nadie conoce de su nueva novela y June lo roba... lo firma y lo publica en su lugar.

     June abraza el éxito de una epopeya bélica que narra el destino de los más de cien mil trabajadores chinos reclutados para la Gran Guerra, reescribiendo y trabajando la obra hasta fingir creer que es suya. Aunque en el fondo sabe que no lo es. Y rastrea las redes para encontrar lo que dicen de ella por miedo a ser descubierta. Y es que Amarilla habla de la literatura y enfrenta a la autora a las redes con sus seguidores, falsos admiradores que se acercan solo por lo que puedan conseguir y también los haters que se lanzan al cuello con mayor o menor fortuna en sus acusaciones inventadas. June es, nosotros lo sabemos, una impostora. Pero además es una impostora blanca que habla de la cultura china, por lo que se levanta la polémica sobre si su novela se nutre de una apropiación cultural que, además, blanquea. Y todo ello con una narradora brillante que, lejos de justificarse, relata lo que le ha sucedido sin intentar convencernos de que lo que hizo está bien.

      Una de las cosas que me llamaron la atención fue que la sátira de la novela se extendía hasta el título ya que alude a uno de los conflictos centrales del libro, aludiendo a ella de una forma irreverente, siendo esta voz el éxito de la novela por encima de una historia que ya ha sido contada como telón de fondo en otras ocasiones. No es la primera vez que leo a Kuang, tiene un estilo propio. En esta ocasión hace suyo el concepto del narrador poco fiable para llevar esa falta de fiabilidad al personaje que representa June, al que deja quedar al descubierto ante el lector en cada frase un poco elaborada que dice para justificar su situación. La crítica existe, sí. A la industria, al mundo literario, las redes, los medios y, también, a los propios escritores.

     Amarilla es una buena novela. Incluso brillante. Y esta sí ha sido escrita por Kuang.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 10 de abril de 2024

El sanatorio. Sarah Pears

 


     En la búsqueda de la novela entretenida hay baches y aciertos. Hoy traigo a mi estantería virtual, El sanatorio.

     Conocemos a Isaac que va a celebrar el compromiso con Laure en un hotel en los Alpes. Un precioso lugar que tiene detrás la historia de haber sido un sanatorio y en el que todo se complica cuando la prometida desaparece sin dejar rastro. A partir de ese momento todos son sospechosos y la que parece encargada de resolver el misterio es la hermana de Isaac, Elin Warner. Policía.

     Pertenezco y participo con más o menos asiduidad a varios clubes de lectura dentro y fuera de mi país. Este título sale del club de Reese, que me suele servir para encontrar títulos que pueden ser atractivos una vez se publican en castellano (ya sabéis, la incansable búsqueda del lector y todo eso que hacemos en las librerías mirando portadas y en el transporte público mirando lecturas ajenas). El caso es que me llevó a El sanatorio que partía de elementos bastante habituales para, quizás, darme una lectura con elementos góticos que fuera atractiva. La historia es un misterio típico de habitación cerrada que se ambienta en un hotel que ha mantenido elementos decorativos de su anterior actividad, por esto de atraer a gente con gustos macabros, algo que seguramente tendría éxito hoy en día, y que recuerda vagamente a otros tantos que protagonizan estas historias. En los Alpes por supuesto hay un alud, y un cadáver, que la desaparición no lo puede ser todo. Y ahí comienza el periplo de Elin con su novio un tanto pavisoso para descubrir qué es lo que ha pasado y quién es el asesino. Bien, no voy a avanzar más de la trama, si os fijáis ni siquiera he dicho la identidad del cuerpo, para que nadie pueda quejarse de que le he destripado la novela.

     El caso es que la lectura no ha funcionado conmigo. Me he encontrado con un escenario manido y una protagonista apática que arrastra, por supuesto, una cicatriz del pasado que la autora no siempre recuerda que debería de compartir con su hermano vivo. Sus deducciones son claramente pensadas para que el lector se sienta inteligente, pero a veces esto hace que la protagonista nos resulte un tanto... digamos poco hábil, y nos va distanciando poco a poco de toda la historia. La autora decide entonces adelantar el ritmo y poner todo de su parte, se acumulan las cosas, las personas, las carreras y los clichés en un intento de salvar una novela que a mi, personalmente, me ha aburrido.

     El sanatorio es una novela con intención de best seller que se acoge a muchas de sus normas y con la que yo, personalmente, no he conseguido conectar.

     Y vosotros, ¿sois de algún club de lectura?

     Gracias

lunes, 8 de abril de 2024

El espejismo. Camilla Läckberg y Henrik Fexeus

 


     "Niklas comía sin prisa, contemplando a su familia al otro lado de la mesa. Todavía estaban a 17 de diciembre y parecía un poco pronto para poner la decoración navideña, pero su hija había decidido empezar ya. Por eso había duendes de porcelana blanca sobre el mantel y el cálido resplandor de las luces de Navidad iluminaba el ambiente. Había pensado que un árbol difícilmente sobreviviría hasta la Nochebuena dentro del apartamento, y por esa razón había colgado de la lámpara una guía de luces, como iluminación principal".

     Tengo que decir que llevo años leyendo a Camilla Läckberg buscando el simple divertimento. Por eso la saga que escribe junto a Fexeus se ha convertido en presencia habitual y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El Espejismo.

     El Ministro de Justicia de Suecia es amenazado de muerte mediante una macabra cuenta atrás. Intenta ocultarlo, particularmente a su hija y a su exmujer Mina Dabiti con quien la manda a vivir. En ese momento Mina está investigando la aparición de un montón de huesos en el metro de Estocolmo, relacionándola con la desaparición de un conocido financiero. El caso le hace recurrir nuevamente al mentalista Vincent sin saber que el hombre está pasando por su propio infierno.

Y entonces aparece un segundo montón de huesos.

     La tercera entrega de la saga protagonizada por Mina y Fexeus es, sin duda, la más personal de todas. Sin desvelar nada de tramas anteriores, sobre todo referidas a los culpables, ya que en lo personal hay puntos que son imposibles de salvar, la autora dota de un protagonismo aún más acusado al entorno personal de su dúo principal. Por eso la familia de ambos es una presencia constante. Cathalie y su acercamiento a su madre, las amenazas cuya sombra se alarga hasta señalar directamente a las personas que quieren y, sobre todo, la presencia de las distintas obsesiones que han acompañado a la hasta ahora trilogía, y que bien puede acabar en esta entrega, serán vitales. Quizás por ello los autores se han encargado de que el lector conozca todos los entresijos del equipo policial, de ir atando las dudas que había dejado sembradas en los títulos predecesores y lograr, al ser presencias ya habituales, que haya una relación más directa entre uno y otro lado del libro.

Como me ha sucedido con otros, no voy a decir que sea maravilloso o que vaya a pasar a la historia de la literatura, porque no se trata de eso. Lo que si puedo afirmar es que la novela es entretenida, la mezcla entre lo criminal y lo personal hace que se tire de página para seguir leyendo y, tampoco voy a negar que ese toque mágico que Vincent suele encargarse de desmontar tiene su atractivo. Respecto a esto, esta es la trama más mundana y con menos trucos de la trilogía, teniendo incluso en cuenta los acertijos que se presentan al protagonista como parte de las pistas o de la tortura, dependiendo del enfoque que quieran los autores darle en cada momento.

     A grandes rasgos diré que me ha resultado una lectura muy rápida con la que me lo he pasado bien. Y tampoco le estaba pidiendo más, sabía el producto que compraba y lo que me ofrecía de antemano. He recogido los guiños y no han cambiado ni mis filias ni mis fobias con los distintos personajes, algo que agradezco ya que en este tipo de novelas vengo un poco cansada de esos giros increíbles que transforman a buenos en malos y viceversa.

     El espejismo es, en resumen, una novela entretenida en el más amplio sentido de la palabra. Algo que a la lectura puede resultar fácil pero estoy segura de que a la escritura es un trabajo harto complicado. A fin de cuentas, se compite con opciones mucho más rápidas, llamativas y visuales.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 25 de marzo de 2024

El estrecho sendero entre deseos. Patrick Rothfuss



     "Bast casi había conseguido salir por la puerta trasera de la posada Roca de Guía. 
      Estrictamente hablando, lo había conseguido: ambos pies habían traspasado el umbral y a la puerta solo le faltaba una rendija para cerrarse. 
      Entonces oyó la voz de su maestro y se quedó completamente quieto. Sabía que no había cometido ningún fallo. Conocía a la perfección hasta el más leve sonido que pudiese oírse en la posada. No se trataba de los sencillos trucos que cualquier chiquillo consideraría astutos: llevar los zapatos en la mano, dejar abiertas previamente las puertas que chirrían, amortiguar las pisadas caminando por la alfombra…"

     Como muchos conocí a Patrick Rothfuss por El nombre del viento, un libro magnífico que me ha hecho ir siguiendo la pista al autor publicación tras publicación. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El estrecho sendero entre deseos.

     Conocemos a Bast, esto irá ya en función de si somos o no lectores habituales del autor en cuyo caso ya le conocíamos, al que seguimos en su día por la ciudad de Neware.

     Sacar un libro de Rothfuss es arriesgarse a que aparezcan un montón de lectores criticando que no haya finalizado su Crónica del asesino de reyes, comenzada en 2007 y sin fecha del último. A ellos les diría que el mismo autor avisa en este libro que Bast es un viejo conocido e incluso añade que este título es una ampliación de un relato que quizás ya hayan leído. Rothfuss no engaña, va de frente. Entonces, si ya conocemos el relato, ¿por qué leer el libro? Esta también es fácil: pues porque Rothfuss consigue una narración dinámica y francamente divertida en la que conozcas o no previamente su obra, no tardas en verte sumergido en la historia visualizando cada una de las calles e incluso las caras de, por ejemplo, los niños. Prueba de ello es el propio Neware, un lugar sin importancia en el que las personas y el día a día son francamente normales. Esto hace que las supuestas misiones del protagonista sean objetivamente banales pero se sientan como algo vital y divertido con el que pasar un buen rato gracias a una prosa que se adapta tanto a su personaje principal como para tener una parte casi lírica que se funde con la forma en que Bast se expresa. Este punto tiene además una doble función que separará a quienes ya conocían a Bast de aquellos que no, de tal modo que unos leerán con una ceja en alto distintas situaciones mientras que a otros el autor ha decidido dejarles intacto el camino hacia el descubrimiento. Los primeros notarán las nada sutiles diferencias entre Bast y el resto mientras siguen alimentando teorías, los segundos comenzarán a teorizar apenas una mínima parte de lo que podrían haber hecho. Por eso sirve como puerta de entrada a la obra del autor. 

     Es además imposible hablar de esta novela sin referirse a la preciosa edición que se ha publicado por parte de Plaza & Janés, elevando el libro a objeto preciado, una forma más de darnos un motivo para leerlo. Y es que puede uno estar molesto por la espera, pero nadie puede negar que su pluma merece la pena y que uno se sigue sintiendo tentado a recomendar toda su obra aunque sepa que también recomienda la espera, y que no lo hace por fastidiar a otros lectores, no. A Rothfuss se le recomienda porque es un verdadero placer leerlo y porque sus personajes, cuando toman protagonismos, se convierten en algo único a los que, sin apenas esforzarnos, somos capaces de escuchar.

     He disfrutado mucho leyendo El estrecho sendero entre deseos. 

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 11 de marzo de 2024

Out. Kirino Natsuo

 


     "Cuando despertó al atardecer, Masako se sentía un poco triste. El hecho de que con la llegada del otoño anocheciera antes era bastante deprimente. Sin moverse de la cama, observó cómo el sol desaparecía paulatinamente para dar paso a la oscuridad. En esos momentos, trabajar en el turno de noche se le antojaba insoportable. No era de extrañar que muchas de las mujeres en su misma tesitura acabaran neuróticas. Con todo, lo que las llevaba a la depresión no era tanto la oscuridad como la sensación de vivir con el paso cambiado, de ir siempre a contracorriente. ¿Cuántas mañanas había pasado atareada, sin un momento para respirar? Siempre había sido la primera en levantarse para preparar el desayuno y la comida, tender la ropa, vestirse, soportar el malhumor de su hijo y llevarlo a la escuela. Había vivido muchos días pendiente del reloj, yendo de aquí para allá, sin tiempo ni siquiera para hojear el periódico o leer un libro, durmiendo menos horas de las necesarias para llegar a todo y sacrificando los pocos días festivos para hacer la colada y limpiar la casa. Ésos habían sido días normales, inocentes y libres de la tristeza que sentía en esos momentos." 

      Ahora que la literatura nipona ya no es una moda, es una elección permanente en las preferencias de muchos lectores, se van a recuperar muchos títulos ya conocidos. Por eso hoy traigo a mi estantería personal una reedición: Out. 

     La verdad es que ni siquiera recuerdo como llego a casa; lo compré, eso seguro, pero a partir de ahí sólo tengo el recuerdo de haberlo tenido en una estantería con el lomo a la vista durante semanas que bien pudieron ser meses. Fijarme en el título y pasar de largo. Finalmente un día de espantoso calor, de estos que lo último que harías es salir de casa, lo cogí. Cuando lo volví a posar era de noche, no hacía calor y se podía pasear pero.. tampoco me apetecía porque en mi libro también era de noche y comenzaba el turno de trabajo de las protagonistas. Han pasado varios años y si alguien me pregunta diré que tras ese comienzo mi única certeza es que tenía que seguir leyendo. 

      Nos cuenta el libro la vida de cuatro mujeres que trabajan en un turno de noche de una empresa de Tokio que prepara bandejas de comida precocinada. No tienen mucho en común salvo unos horario horribles en un trabajo repetitivo en el que a nadie les importa quienes son ni sus nombres. Una de ellas, Masako, lleva ropa parcheada y un coche abollado; otra, Yoshi, es una viuda que cuida a su impedida suegra; la tercera, Kuniko, es una mujer fea que se endeuda por parecer a la moda, y la última, Yayoi, un mujer normal y corriente, casada. Estas cuatro mujeres que van y vienen, se ven envueltas en un momento crucial de solidaridad ante la vida cuando una de ellas mata a su marido y deciden ayudarla a deshacerse del cadáver. No sólo hacen eso sino que, de repente, su vida no es tan monótona y gris. Hay un punto que les ha sacado de la rutina y que, además, puede convertirse en una vída nueva. Excepto por el policía que husmea, y por el mafioso del casino que suena como principal sospechoso.. y por un único compañero de trabajo que parece fijarse en una de ellas.
  
      Es una historia con una crítica social tremenda que se mete de lleno en la novela negra para presentarnos la rutinas, las tristezas interiores y, como no, los asesinatos (sí, plural). Tiene momentos escalofriantes, alguno de los cuales me hizo sonreír porque goza de un sutil humor negro que permite que las mujeres comparen la carne humana con la de las bandejas que preparan a la hora de encarar la tarea del cuchillo. No os hablaré de un libro de ritmo trepidante, ni tampoco de grandes sorpresas o historias retorcidas una y otra vez hasta perdernos y tener que ser guiados por la sagacidad de un policía; creedme, no es ese tipo de policía. Lo que si os puedo decir es que es un libro que disfruté, que sigo recodando el título y también las sensaciones que me provocaron muchas escenas (nunca olvidaré cómo son los baños allí) y eso significa sin lugar a dudas que no fue una mala lectura. Simplemente diferente, con una atmósfera que me sorprendió tanto como la aparente calma de las mujeres y la evolución de la relación entre ellas, un punto este que diferencia al libro de otros del género.

     Out es un libro fascinante por la naturalidad con la que se presentan escenas que helarían la sangre de muchos sicarios de la literatura negra, porque esta vez si que hay sangre y carne, aunque sea envuelta en paquetes. Resumiendo, todo un descubrimiento para quien lo la conozca. 

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

      Gracias

miércoles, 6 de marzo de 2024

La isla. Hulda2. Ragnar Jónasson

 


     "La escapada de fin de semana al lejano noroeste había sido un capricho de última hora, una forma de desafiar la oscuridad otoñal. Salieron con tiempo en el viejo Toyota de Benedikt, pero el recorrido desde el centro de Reikiavik hasta el pequeño valle remoto se alargó más de lo previsto; ya casi era noche cerrada, y él, que iba al volante, había empezado a ponerse nervioso. 
     —¿No vamos un poco tarde? ¿Podremos encontrar la casa con esta oscuridad?"

    Jonasson me gusta: sus ubicaciones, sus personajes, el desarrollo de los protagonistas con sus luces y sombras... por eso al ver que salía la siguiente entrega de Hulda y que la librería lo había sacado antes de tiempo, ni me lo pensé. Hoy traigo a mi estantería virtual, La isla.

     Hulda es enviada a Elliðaey donde una joven ha muerto durante la escapada con un grupo de amigos. En seguida descubre que este grupo de amigos estuvo también relacionado con la muerte de otra joven hace una década cuyo culpable fue, aparentemente, atrapado. Digo aparentemente porque ella va a seguir investigando hasta que todos los secretos salgan a la luz.

     Lo primero que llama la atención de esta entrega es el momento en el que se producen los hechos. Aquí cuando diga que la novela es autoconclusiva añadiré que lo es más que nunca, así como la nula importancia del orden de lectura, ya que esta se ambienta mucho antes que la primera entrega de la serie. Es cierto que sucede algo relevante pero la novela además de ser autoconclusiva, permite su lectura antes o después de la primera entrega sin problemas, aunque quien haya leído la primera entrega me entenderá cuando les diga que me he acortado un poco del sentido del humor del autor. Añadir además que esta novela tiene dos partes diferencias separadas años en las que, si bien la segunda trata del caso, la primera nos va a ayudar a conocer un poco mejor a Hulda. Diré además que me ha parecido una novela más entretenida, más ágil y que la he disfrutado más que su predecesora. 
     Aún así la protagonista absoluta de la novela es Hulda: una mujer peculiar pero no de la manera actual en la que si la persona encargada de las investigaciones no es un perro verde (o los ve) no parece tener tirón. Hulda es básicamente una persona solitaria. Alguien que lucha por su valía, y por ende la de las mujeres en un mundo masculino, que no ha contado con ayuda de nadie y que recuerda por sus métodos deductivos a las novelas clásicas de detectives. Pero he disfrutado sobre todo de recuperar el concepto de detective solitario al que, además, en esta ocasión, vamos a conocer mucho mejor con un final que nos asegura ser opuesto al que habíamos tenido en su primera aparición.  

     Supongo que ahora estaréis pensando a qué tanta referencia al final de la novela si luego no lo explico, bien, la cosa es que no puedo dar pistas más allá que decir que la propia existencia de esta novela es una muestra del sentido del humor de Jonasson, algo que pocas veces se aprecia tan claramente en un juego directo con el lector.

    La isla es una novela que he disfrutado, muchas veces con la media sonrisa pensando eso de "a ver si alguien se atreve a poner trepidante" y que se basa más en el proceso de Hulda para investigar que en carreras a tiros entre la nieve. Diría que la novela negra vuelve al frío, pero en realidad nunca salió de él.

     Y vosotros, ¿seguís alguna saga de novela policiaca?

     Gracias.