jueves, 31 de octubre de 2013

El monte de las ánimas. Gustavo Adolfo Bécquer




   "La noche de difuntos me despertó, a no sé que hora, el doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria.
     Intenté dormir de nuevo; ¡imposible! Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca, y al que no sirve tirarle de la rienda. Por pasar el rato, me decidí a escribirla, como, en efecto, lo hice."

     Ahora que todo el mundo decora calabazas, que se disfrazan los niños, y se venden golosinas para poder tenerlos con una sobredosis de azúcar despiertos más horas de las razonables. Ahora que gritan por las calles porque empieza a extenderse la moda de ir de casa en casa y corren desenfrenados entre pinturas de caras que te arriman sin importarles lo difícil que sea de quitar la mancha... Ahora es cuando esta noche me da miedo. Pero hasta no hace tanto, estábamos en fechas de difuntos. Por eso hoy acerco un clásico. Hoy traigo a mi estantería virtual, El monte de las ánimas.

     Estamos en Soria, en el Monte de las Ánimas, el día de difuntos junto a los condes de Borgues y de Alcudiel que van de cacería junto a sus hijos. En el camino, Alonso les empieza a relatar la leyenda de El Monte de las ánimas, que trata de Reyes, nobles y árabes en lucha: guerras y muertos y almas que siguen corriendo por ese monte junto a los animales durante la temida noche de difuntos. Poco sabía Alonso que le pedirían volver a dicho monte esa misma noche...

     Parece que si hablamos de leyendas tenebrosas, de ambientes escalofriantes clásicos en relatos cortos, todos tendemos a pensar en Poe. Y no, mucho más cerca tuvimos a Bécquer quien, estando precisamente en esta zona de Soria, nos dejó una de sus leyendas más conocidas y más apropiadas para estas fechas.
Un relato breve, una única leyenda que, sin grandes descripciones, nos hace un perfecto cuadro de una situación fantasmagórica a todos los lectores. Consigue ese halo de irrealidad que entrelaza el misterio con elementos sobrenaturales convirtiendo esta historia en una perfecta opción para escuchar una noche oscura, sin más luz que la luna y, si acaso, un par de velas.

     Por cierto, El Monte de las Ánimas existe, con leyendas que hablan de Templarios, capillas, ruinas,. Bécquer y quién sabe qué más. De hecho, estoy por asegurar que si decidiéramos acercarnos, alguien tendría mucho que relatarnos. Quien sabe, tal vez en las palabras de Béquer... tal vez... haya algo de realidad. Al menos durante una noche al año, a todos nos está permitido dudar.

     Y vosotros, ¿aprovecháis estas fechas como una excusa para acercaros a la literatura más aterradora?

     Gracias

     

miércoles, 30 de octubre de 2013

Dies Irae. César Pérez Gellida




     "Aquel hombre enjuto, de pelo cano, talludo y de porte distinguido caminaba pesaroso sin apenas atreverse a levantar la mirada de sus lustrosas botas militares. Se notaba a si mismo mucho más aterrado de lo que cabría esperar de un teniente coronel de la UNPROFOR y comandante en jefe de uno de los cinco enclaves protegidos por la ONU: Srebrenica. Comprobar que el rostro de su subordinado estaba absolutamente desdibujado le hizo ganar a Thomas Karremans algún punto de coraje."

     Siempre digo que comenzar una saga puede ser esclavo, por eso es de agradecer cuando no nos hacen esperar demasiado entre entregas. Así sucede con la trilogía de César Pérez Gellida, ya que apenas unos meses después de la salida de Memento Mori podemos continuar la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne sabiendo que la finalizará también sin hacernos esperar mucho. Hoy traigo a mi estantería virtual, Dies Irae.

     Carapocha, Augusto, Orestes, Pílades, Erika, Sancho... ya los conocemos a todos. Lo que no sabemos es lo que nos depara esta historia que comenzó hace casi seiscientas páginas con un cadáver sin párpados. Pero seguro que no va a suceder nada bueno. Sólo hay que coger el libro y abrirlo para encontrarnos las primeras muertes. Tres capítulos, tres escenarios y en todos huele a sangre.

     Uno de los grandes retos en esta reseña es no desvelar absolutamente nada de la primera parte, algo que el autor pone francamente complicado al retomar la historia prácticamente donde la dejó. Quizás no en el tiempo, ha dejado que transcurra lo necesario para que las heridas dejen de sangrar y pasen a ser un dolor sordo o una garra que atenaza, pero si en la acción y relaciones entre los personajes. De esta forma y bajo esta premisa de personajes ya conocidos y todos con unas secuelas que ya nos resultan tan evidentes como las marcas en el rostro de Carapocha, retomamos la historia.
     El autor sigue apostando por la música, intercalando canciones en una lectura que, sin tener un ritmo trepidante va subiendo a medida que avanzamos. Esta vez, con los papeles repartidos, era bastante más complicado mantener el interés del lector, y sin embargo lo consigue con una historia que se reparte en dos hilos temporales y nos hace salir de Valladolid. La asienta mezclando datos reales y nos permite seguir buceando, o al menos intentarlo, en la mente humana buscando esas zonas oscuras pobladas de secretos que tan atractivas tienden a resultar en la literatura. Además tengo que decir que me he reído leyendo este libro, cosa que me ha pillado del todo por sorpresa puesto que tanto la documentación de la que hace gala como lo que en él sucede es escalofriante. Y aún así... tiene alguna frase escondida con la que me he tenido que reír sin que ello aligerase en absoluto la atmósfera.

     Hoy traigo un thriller psicológico del que todo el mundo se empeña en decir que lo más destacable es el lenguaje cinematográfico (que lo tiene). Sin embargo creo que yo me quedo con la arriesgada apuesta que supone conocer la identidad del asesino desde el primer momento y no basarse en descubrir quien es, incluso ahora darle voz, y aún así mantener al lector.
     Tengo que decir que me ha gustado más que Memento mori. Con las presentaciones ya hechas y con unos secundarios mucho más interesantes, me he encontrado una historia compacta en la que, sin llevarme grandes sorpresas (seguramente por la cantidad de lecturas que llevo a las espaldas), se perfila un autor que se va abriendo un hueco en el difícil panorama literario actual. Una novela entretenida y de fácil lectura y una trilogía que terminará, si la memoria no me falla, a principios de 2014. Hasta entonces, nos quedamos con el eco de Vetusta Morla.

     Decidme, sagas, trilogías, autoconclusivos... ¿qué preferís y a qué os termináis luego enganchando? Porque claro, yo empiezo hablando de sagas y aquí sigo esperando Vientos de invierno..

     Gracias

martes, 29 de octubre de 2013

Agnes Grey. Anne Brontë


     "Imposible describir la frescura y pureza del aire. Ninguna otra cosa se movía, ningún otro ser a la vista, solo yo. Mis pisadas eran las primeras que hallaban aquella arena virgen; ninguna señal sobre ellas desde que la última marea borrara las marcas más profundas del día anterior, y la dejara lisa y uniforme, salvo en las partes en que el agua había dejado algunos charcos y pequeños arroyos. Refrescada y vigorizada por la brisa, feliz, caminaba por la playa, olvidando todas mis preocupaciones, como si mis pies tuvieran alas y pudiese caminar cuarenta millas sin fatiga, y experimentando una sensación de entusiasmo que no recordaba desde los días de mi juventud."

     Es difícil leer y no terminar cayendo en la familia Brontë. Y supongo que es difícil pertenecer a esa familia y no terminar escribiendo. Esta familia si que es de las que vivieron imbuidas en la literatura desde su nacimiento; de hecho ya de niñas las tres hermanas Brontë escribieron poesía y redactaron junto a su hermano (investigaré si publicó algo, palabra) unas aventuras que sacaban en una suerte de revista improvisada. Siguiendo la estela de esta familia, hoy traigo a mi estantería virtual, Agnes Grey.

     Conocemos a Agnes, hija de un pastor en una familia que se arruina y que decide ofrecerse como institutriz para ayudar con los ingresos que suponga su trabajo. Veremos la ilusión con la que llega al trabajo y lo mal vista que está la clase trabajadora socialmente, sus esfuerzos y fracasos en el día a día. Sin embargo poco a poco encauzará su vida, encontrando su sitio e incluso enamorándose.

     La menos de las Brontë tiene dos títulos, así que me decidí por este ya que leí que contenía una importante carga autobiográfica. Y por curiosidad, claro. Me gustan las letras de esta familia y quería saber si esto se mantendría en Anne. Y así es, tiene un punto literario que me ha seguido gustando aunque la historia difiere mucho de lo que había pensado en un primer momento.
Agnes es una mujer que, como muchas en la época, se encuentra preparada pero pertenece a una clase social que le da pocas oportunidades y por lo tanto ha de buscarse la vida: es la heroína de la novela. Pero su autora aprovecha esta heroína no para enfrentarse a la sociedad, sino para escribir un libro con una gran carga moral, incluso religiosa en algunos momentos que termina desembocando en una historia romántica.

     Es una lectura bastante ligera, aunque reconozco que no terminé de conectar con una protagonista que en algunos momentos me pareció que estaba resentida por el lugar que la había tocado. Por supuesto que estaba con niños mimados y familias de una clase social que muchas veces despreciaba a la obrera. Y lo refleja de una forma realista, no tenemos ninguna duda de estar leyendo lo que sucedía en la época victoriana y las situaciones que les tocaban vivir a esas jóvenes. Incluso el ambiente moralista refleja el del momento... pero me faltó un punto de conexión con ella. Supongo que de algún modo eché en falta el toque de rebeldía que hace que una protagonista tenga fuerza, pero no por ello dejé de disfrutar la historia.

     Un buen libro para descubrir a la tercera hermana Brontë pero al que hay que llegar sin ánimo comparativo. Pues ya se sabe: "las comparaciones son odiosas" y aquí no nos vamos a encontrar a Jane Eyre ni a Heathciff.

     Por cierto, ¿cuál es vuestro libro favorito de las hermanas Brontë?

     Gracias

lunes, 28 de octubre de 2013

Antes de que hiele. Henning Mankell




     "Las ideas se precipitaban en su mente como si de una lluvia de agujas candentes se tratase. El dolor era casi insoportable. Con el fin de conservar la calma, intentaba por todos los medios pensar con claridad. ¿Qué era lo que más lo atormentaba? En realidad, no necesitaba buscar la respuesta, pues la conocía. Era el miedo. el miedo a que Jim liberase a sus perros y los enviase en su busca, como si él fuese una presa temerosa que se hubiese dado a la fuga, lo cual, por otro lado, era cierto. Los perros de Jim eran lo que más le aterraba."

     Hay autores que parece que son conocidos solamente por sus salgas y es difícil hablar de Mankell sin hacerlo de Walander. Sin embargo no siempre apetece empezar una saga por muy independientes que sean los casos. Por eso elegí este título, porque no pertenece a la saga Wallander. Hoy traigo a mi estantería virtual, Antes de que hiele.

     A Kurt Wallander ya lo conocíamos, así que ahora conocemos a Linda, su hija, que regresa unos días a casa de su padre mientras espera que su status de policía se haga oficial. Aprovecha para ponerse en contacto con antiguas amistadas, Anne y Zebran, pero todo se complica cuando Anne desaparece justo después de hablarle de un hombre que parecía observarla. Linda comienza entonces a buscarla y, cuando aparece una mujer asesinada brutalmente, empieza a ponerse nerviosa. El cadáver aparecido sólo tiene cabeza y manos.

     Lo primero que destaco es que el libro está escrito desde el punto de vista de Linda, así que nos metemos de lleno en una relación padre-hija bastante realista y, además, complementamos al ya conocido Wallander con la visión que nos aporta ésta de él. Por cierto que ya que lo primero es el prólogo, en este caso el autor consigue captar toda la atención justo en esta parte del libro. Es un buen adelanto de lo que nos va a suceder con el resto de la historia, nos va a enganchar hasta no dejarnos soltarlo.

     Las novelas de Mankell, además de ser unas estupendas referencias policíacas, tienden a incluir una suerte de reflexiones dadas por su autor. en este caso, y partiendo de un hecho conocido como el el suicidio masivo de los seguidores de Jim Jones en el 78, nos trae una novela en la que veremos como nos habla de fundamentalismos, por supuesto a su manera, de relaciones familiares o asesinos en serie. Dicho así ya nos podemos hacer una idea de lo tremendamente adictivas que pueden resultar estas más de cuatrocientas páginas. Es bastante importante, además, recalcar que no pertenece a la saga, ya que Wallander es uno de los personajes del libro. Y no sólo eso, sino que aquellos lectores que ya han leído los anteriores, se encontrarán con algún personaje conocido paseando por las páginas del libro. Siempre me ha gustando eso, el cruce casual de historias, hace que me vaya formando una especie de "universo" propio del autor, como si de ese modo todos sus entramados se me antojaran más realistas.

     Comienzo la semana con novela negra, un libro muy entretenido con un final tal vez poco sorprendente, pero Mankell no trata una historia en la que el fin sea dejar al lector asombrado, y eso se percibe desde las primeras páginas. No buscamos al culpable, seguimos las pesquisas, por decirlo así. Si os da pereza comenzar con sagas y tenéis curiosidad por el autor, hoy os traigo una opción a tener muy en cuenta.
     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

viernes, 25 de octubre de 2013

Llorar




     No soy una persona de lágrima fácil. De hecho lloro muy raras veces en público, excepto cuando lo hago delante de multitudes. Sin embargo mis multitudes no tienen ojos, sino letras. Porque reconozco que algunas de esas tardes en que me he sentado en el suelo, en mi rincón favorito aprovechando el silencio... hubo quien puso a traición palabras que hicieron que me emocionase. Pocas, sí, pero me ha pasado. Me ha pasado despedirme con pena de un libro cuando hubiera querido quedarme eternamente entre sus líneas, convirtiendo sus personajes en improvisados vecinos, y también me ha pasado que, de tanto hacerme confesiones al oído han conseguido que mi corazón se contraiga hasta hacerme soltar alguna lágrima peregrina acompañada de miradas desconfiadas por si tenía algún acompañante indiscreto.

     Me emocioné al conocer a Stoner, por el simple hecho de conocerlo, de verlo.. y casi por tener que despedirme de él. Y también con Fantine, madre, mujer.. perteneciente tal vez a ese estrato social que titularon Los Miserables. Cómo no hacerlo. Quién no lee con el corazón en un puño La sonrisa Etrusca o sonríe con emoción cada vez que un buen hombre comienza una frase diciendo "Sostiene Pereira.." Recuerdo haber seguido Las travesuras de la niña mala sin esperar que al final iban a llegarme de una forma tan profunda. Cómo no acordarme de Desgracia, cuya atmósfera te impregna hasta la desolación o de ese libro titulado Nunca me abandones, que coge al lector y lo estruja.
     Jamás busco libros tristes, no lloro con historias de amor, sino por mi propia cuenta, me emocionan otro tipo de relaciones que hacen que lea Grandes Esperanzas y tenga el corazón en un puño en el momento equivocado si lo comparo con otros lectores. Y tengo que confesar que mis rarezas se extienden hasta este punto, porque me emocionan las palabras. No por haber expresado con ellas un sentimiento sino por hermosas. Las descripciones, de una ráfaga de viento, de un poco de lluvia, un rayo de sol... Supongo que si la luz del sol en un ángulo determinado puede convertir una flor en una obra maestra, lo mismo sucede en un texto. Y cuando me encuentro con algo así lo releo con emoción contenida por haber encontrado un tesoro. Lo memorizo, lo anoto, lo mastico... me lo quedo.

     Como empezaba diciendo, no soy una persona de lágrima fácil. Hay quien si lo es y es capaz de emocionarse con mil y una películas, a mi con el cine me cuesta más. Tal vez porque esos personajes si que me ven desde el otro lado de la pantalla. No lo sé. Pero me he dado cuenta que una persona puede decir tranquilamente haber llorado viendo Lo imposible y nadie se lleva las manos a la cabeza. Ahora, si afirmas que has llorado leyendo un libro te tropiezas con un arco de cejas levantadas con incredulidad. Se puede llorar por muchos motivos: por alegría, por pena, incluso por estornudar muchas veces seguidas. Y en mi caso tengo que decir, que también puedo dejar caer una lágrima de pura admiración.

     Y vosotros, ¿os habéis emocionado con algún libro que nos queráis compartir?

     Gracias

jueves, 24 de octubre de 2013

El misterio de Pont-Aven. Jean-Luc Bannalec




     "Todo apuntaba que ese 7 de julio iba a ser un espléndido día de verano. Uno de esos grandiosos días de la costa atlántica que tan feliz solían hacer al comisario Dupin. Allá donde mirase, reinaba un azul luminoso y, aunque hacía un calor poco habitual para la Bretaña a una hora tan temprana, la atmósfera estaba tan despejada que todo presentaba unos contornos limpios, nítidos. Y eso que la tarde anterior había parecido que se les venía encima el fin del mundo: unos nubarrones negros, bajos y amenazantes habían cruzado veloces el cielo, descargando fuertes aguaceros torrenciales aquí y allá."

     Lo primero que me llamó la atención de este libro fue el tándem cubierta-título que se me antojaba de algún modo familiar, como con un regusto a aquellas viejas novelas detectivescas que no aparecían tan negras como las actuales. Por eso, movida por la curiosidad, me decidí a llevármelo a casa. Hoy traigo a mi estantería virtual, El misterio de Pont-Aven.

      Conocemos a Georges Dupin, un comisario desterrado de París a un pueblo de la costa bretona. Un día aburrido como otro cualquiera recibe una llamada que le informa de asesinato de un anciano de 91 años y propietario del hotel más famoso de la población vecina Pont-Aven. Allí se trasladará para investigar el caso tropezándose incluso con otro cadáver.

     Y esta vez acerté con mi intuición (y si no ha sido la única vez si que ha sido una de las pocas veces que he acertado, la intuición y yo nos llevamos regular) y me tropecé con un libro con regusto a novela clásica detectivesca. Dupin, que sí tiene intuición, es un típico detective con sus rarezas como sello de la casa, que investiga sospechoso a sospechoso a lo largo y ancho de este pueblo durante los cuatro días en que se desarrolla la historia. El autor, desde un plano maravillosamente dibujado hasta una ambientación realmente lograda, consigue trasladarnos a esta zona de Bretaña que se nos antoja casi tan idílica como un cuento, lo que contribuye a que recordemos más los libros de Agatha Christie que las novelas negras actuales, más oscuras y sangrientas.
     Un libro sencillo y entretenido en el que el arte tiene un hueco para hacer disfrutar al lector de una novela que da comienzo a la saga de las aventuras de este peculiar comisario. Si sois aficionados a la novela negra, seguramente se os quede corto Pont-Aven, pero para el resto, es un libro muy entretenido que no busca sorprender al lector con grandes giros, sino hacerlo disfrutar de una novela de misterio y, a juzgar por el éxito, no solo lo busca sino que además lo consigue.
     Como último apunte y puesto que he hablado de novela inicial de una saga, os diré que es autoconclusivo. Si comentaba que es el punto de partida, es porque fuera de nuestras fronteras ya se ha publicado el segundo, no porque la historia quede fragmentada dejándonos la necesidad de anotar en el calendario la fecha de salida del siguiente.

     Hoy comenzaba hablando de intuiciones a la hora de comprar libros, esos libros que con un primer vistazo sentimos la necesidad de llevárnoslos a casa no siempre con el mismo éxito. Decidme, ¿sois de hacer este tipo de compras impulsivas? Reconozco que en mi caso, me he llevado algún tesoro a casa (y un montón de rarezas).

     Gracias

martes, 22 de octubre de 2013

La formación de una marquesa. Frances Hodgson Burnett


     "Cuando el autobús de dos peniques se detuvo, la señorita Fox-Seton, que estaba acostumbrada a subir y bajar de los autobuses de dos peniques y a abrirse paso por las embarradas calles de Londres, recogió su elegante falda a medida con pulcritud y decoro y se bajó. Una mujer cuya falda a medida tiene que durar dos o tres años aprende pronto a resguardarla de las salpicaduras y se esfuerza en que conserve la frescura de sus pliegues."

     La colección Rara Avis de Alba me llamó la atención desde su concepción, se suponía, dijeron, que iban a rescatar rarezas literarias. ¿Cómo no iba a sentirme atraída? Hoy traigo a mi estantería virtual uno de los primeros títulos de la colección, se trata de La formación de una marquesa.

     Conocemos a Emily, una mujer cuya posición cambia al casarse con un viudo millonario y trasladarse a una mansión del campo inglés. Sin embargo, no todos los familiares del marqués estarán contentos con la llegada de la nueva marquesa. Por muy buena que ésta sea.

     Esta novela que arranca como una novela romántica victoriana casi al uso sufre una metamorfosis cuando llegamos a la segunda parte y aparecen los familiares, sobrinos del marqués. En un primer momento conocemos a Emily y su vida de una forma poco convencional, ya que la autora, pese a mantener un estilo clásico, nos sorprenderá con continuas observaciones sobre la protagonista. Las peripecias de esta mujer que comienza el libro siendo una suerte de secretaria de mujeres nobles nos llegan salpicadas con comentarios sobre su carácter, "de tan buena tonta" nos dice la autora demostrando no tener pelos en la lengua ni problemas para hacer una crítica por encima de lo sutil que provoca la sonrisa del lector.
     Llegada la segunda parte, y supongo que por eso podemos encontrarnos una comparación con la obra Rebeca que yo no termino de ver, el libro toma un giro al llenarse con las intrigas de los Osborn cuyo único objetivo es ser los herederos del marqués, para lo cual les sobra la extremadamente buena marquesa.

     Un libro entretenido que gana en la segunda parte y que está escrito de una forma sencilla y divertida. Contiene elementos propios de novela victoriana, descripciones y situaciones que a los lectores habituales del género nos resultan familiares, y lo combina con un sentido del humor directo que nos hará reír compartiendo las reflexiones que nos plantea.

     Porque seamos sinceros, ¿nunca os habéis planteado que determinados personajes son "demasiado" buenas personas?Y, ¿quienes son vuestros "buenos" literarios favoritos? Porque parece que siempre se pregunta por los "malos".

     Gracias.

lunes, 21 de octubre de 2013

La Virgen de los Sicarios. Fernando Vallejo


     "Ustedes no necesitan, por supuesto, que les explique qué es un sicario. Mi abuelo sí, necesitaría, pero mi abuelo murió hace años y años. Se murió mi pobre abuelo sin conocer el tren elevado ni los sicarios, fumando cigarrillos Victoria que usted, apuesto, no ha oído siquiera mencionar."

     Lugares que se nos antojan lejanos y están casi a la vuelta de la esquina, historias que siendo reales nos parecen casi una película, realidades... Todos esos motivos y la calidad que siempre se ha dicho, posee Vallejo, fueron los motivos que provocaron mi acercamiento al libro que hoy traigo a mi estantería virtual. Hoy traigo, La virgen de los sicarios.

     Estamos en Medellín, en los años 90, un lugar terrible. Allí regresa Fernando, un escritor que ya tiene una edad y se enamora de Alexis, un sicario con el que mantiene una relación hasta que es asesinado. Entonces iniciará otra relación con otro joven, parecido al anterior, para ir repitiendo gestos y rutinas.

     Vallejo nació en Medellín, y Medellín podría decirse que es el protagonista de esta historia. No absoluto, no, comparte protagonismo con la muerte. Aunque también hay una historia de amor, casi dos. Y lo hace en apenas 120 páginas en una historia cargada de crítica, ironía y una terrible realidad, la de Medellín. Nos presenta esta ciudad en los 90 a través de un narrador que regresa a ella para mostrarnos una figura habitual: el sicario. Vemos una historia plagada de muerte, la gente muere por mil motivos, la mayoría de ellos absurdos, hasta que la muerte se convierte en algo natural. Los asesinatos que nos escandalizan al principio, son aceptados por el lector a medida que avanza la historia, dejamos de horrorizarnos, y eso si que puede ser lo horrible. Eso es lo que nos da una mínima conciencia de lo que allí nos narran. Vallejo nos habla también de los estratos de la ciudad, la iglesia y la devoción, la política... a todos critica mientas nos desmenuza una escueta historia, en la que además la homosexualidad está en el punto de partida. Pero tampoco necesita más espacio para hacerlo.
     No pretende hacernos pasar su historia por algo real, sabemos que es ficción. Pero también nos deja plena conciencia de que eso existe, de que esos devotos sicarios que no pasan de muchachos existen, o existieron, y de que estamos conociendo una ciudad en la que la infancia tiene las horas contadas. Vemos pobreza, mucha, decepción... y nos acercamos a una sociedad dura en la que el narcotráfico es algo habitual. Es imposible que permanezcamos indiferentes a lo que nos relata Vallejo en una historia que viene agilizada, y mucho, por su sentido del humor. Sería algo terrible leer lo mismo sin un cinismo palpable en cada párrafo y al mismo tiempo puede ser terrible leerlo y percibir ese sentido del humor.

     Pero el libro merece la pena. Aunque no busque sorprendernos ni engancharnos ni enamorarnos. La literatura sirve muchas veces para que hagamos viajes y nadie dijo que todos los destinos tuvieran que ser idílicos. De la película no puedo decir nada, puesto que no la he visto. Se que obtuvo una buena crítica en su momento, pero nada más, así que si alguien la ha visto, se aceptan comentarios.

     Y vosotros, es lunes ¿Con qué historia comenzáis la semana?

    Gracias

sábado, 19 de octubre de 2013

El lector




     No se como habrá sido vuestra vida lectora, pero si ayer os pedía recomendaciones de cinco estrellas es porque la mía ha evolucionado de una forma más o menos habitual o lo que a mi me parece habitual.

     Comencé leyendo un poco como todo el mundo; me regalan un libro, lo leo... me aficiono, pido más, compro... y así hasta el día de hoy. Buen resumen: conciso. Pero hay más.
Resulta que cuando uno empieza a leer lo hace con Julio Verne y llega y lo comenta al grupo de amigos que oye, conocen al autor e incluso surgen pequeñas tertulias. Pasada esa etapa llegan los BestSeller que van cayendo irremediablemente uno tras otro, y si por algo se llaman así es porque es relativamente fácil que alguien te diga: "lo he leído, qué bueno es". Y empiezas a pensar que es algo habitual leer y hablar de libros. Y de camino sigues leyendo y un día te tropiezas con Steinbeck, y te apasiona. No como lo haría Dan Brown, no, sino de una forma distinta. No busca engancharte a una historia sino a un modo de escribir. Lo paladeas y descubres que quieres más. Y empiezas con Steinbeck y sigues con rusos, alemanes... nombres que sonaban en la literatura pero que no habías descubierto y empieza una fase literaria en la que ya no puedes comentar tanto, el grupo se va reduciendo drásticamente. Seamos serios, es más fácil hablar de Millenium que de El idiota. Al menos en público...
     Aún no lo sabes, pero ya has recorrido un curioso camino que termina llevándote a Pynchon, Bolaño, Franzen, Murakami... y donde antes decían "lo he leído" ahora te miran extrañados por hablar de títulos que no les suenan (aquí daré las gracias a Murakami, al menos su nombre si le suena a todo el mundo). Y no sólo eso, sino que encima ya no te gusta tanto ese libro del top diez o del top cinco. Cuidado, empieza a ser grave la cosa. Y ya si has leído las sombras y no te han gustado... lamento decirte entonces, amigo lector, que posiblemente sufras un caso terminal de placer literario. Miras las listas de nominados, buscas el Nobel en lugar del libro de Jorge Javier y te quedas callado en las mismas conversaciones que antes te gustaban, sólo que ahora eres el único callado y el único que habla cuando comenta su lectura. No significa esto que tengas mejor gusto, ni que esos autores alabados por la crítica especializada y todos esos denominados genios literarios te agraden. No, eso sería incluso fácil. Has desarrollado un gusto que se va afinando cada vez más y que incluye nombres dispares, géneros dispares y un criterio propio que los ordena de una forma tan metódica como caótica parece tu biblioteca.

     Ahora descubres, catalogas, incluso te interesan sus vidas y te planteas leer sus biografías. Sabes si hay archivos de Bolaño que verán la luz, o si se reeditará tal o cual edición. Amigo lector... ahora sabes demasiado. Te enteraste de que hubo un escritor que gustaba escribir desnudo y otro lo hacía siempre a lápiz (por supuesto siempre el mismo tipo de lápiz) y te regodeas en las anécdotas, saberlas, compartirlas, contarlas... Descubres que hay clásicos de los que se habla sin haberlos leído y autores que parece que con pronunciarlos la gente se ve en un status literario superior, pero a estas alturas eso te da igual. A estas alturas tienes una lista de libros pendientes que miras a ratos, porque siempre tropiezas en el camino con una obra interesante que te apetece colar. Ya no ves CSI, es más, ni siquiera te preocupa, como tampoco lo hace alternar a King, o  Clancy con Marías y Bukowski del que, por cierto, sabes poner su apellido sin una falta. Ahora, lector, sabes que un Asteroide pasa por títulos interesantes, que Periférica no es un barrio de tu ciudad, que hay una colección literaria que identificas con un pulpo que no se sirve en plato y que Impedimenta no es un inconveniente, sino una editorial. A estas alturas sabes que hay un Premio Planeta, un Herralde y que Primavera no es sólo una estación.

     A estas alturas,  mi querido lector, cuando te miras al espejo sigues siendo el mismo: pero si te fijas bien verás que en el fondo... muy en el fondo... eres de los míos.

     Y vosotros, ¿ya leéis libros que la gente no conoce? Y Sexto Piso... ¿ya habéis descubierto que es más que una dirección?

     Gracias

     PD. Cuando hablamos de gustos literarios no hablamos de libros buenos o malos, el gusto se afina, se desarrolla, dicen que incluso se educa. No sé hasta qué punto es así, lo que tengo muy claro es que es algo personal y, por mucho que a veces nos empeñemos, intransferible. Leemos porque disfrutamos.

viernes, 18 de octubre de 2013

Coral Glynn. Peter Cameron




     "Aquella primavera, la de 1950, había sido especialmente húmeda.
     En Hart House se inundó toda la zona del fondo del jardín y se formó una charca poco profunda donde los azafranes asomaban animosos sus cabezuelas, como niños temblando de frío en una clase de natación. La gravilla clara en los senderos del jardín se había vuelto verde, cada piedrecita envuelta en una capa húmeda y transparente de cieno, y no podía uno sentarse en los dos bancos de cemento que flanqueaban la puerta que daba al río sin descolocar primero a los caracoles y babosas adheridos a ellos."

     Conocí a Peter Cameron con Algún día este dolor te será útil, un libro que, si bien no pasará como una de mis mejores lecturas, si que provocó que me fijara en las formas y el estilo del autor. Por eso cuando descubrí que sacaba un título nuevo, lo puse rápidamente en el punto de mira. Hoy traigo a mi estantería virtual, Coral Glynn.

     Conocemos a Coral Glynn, una enfermera que entra a trabajar en Hart House, una casa en la campiña inglesa, para cuidar a la señora. Allí viven su antigua ama de llaves y su hijo, Clement, un militar retirado recuperándose de heridas de guerra. Ambos, Coral y Clement, comenzarán un acercamiento lento.

     Dicho así y con este resumen parecería que estamos ante una novela romántica común y corriente. Pero Cameron ya demostró que lo suyo no son las historias corrientes, comunes puede, pero no corrientes. Con un toque a viejas novelas convertidas en clásicos (ya incluso la cubierta lo sugiere, ¿no os parece?), nos desentraña una novela en la que reconozco algún tinte de melodrama para hablarnos de amor, conveniencia, represión, soledad y, sobre todo, secretos. Y lo hace con el estilo impecable que ya me atrajo en su primera novela y unos diálogos brillantes. Nos presenta personajes complejos, Coral es absolutamente irresistible, incluso los secundarios, y pequeñas tramas que suceden detrás de la principal que consiguen que seamos incapaces de levantar la vista de sus hojas.
Porque aún no os lo he contado, hay muertes, niñas ahorcadas, pretendientes, sexo, pruebas... Supongo que ahora vais comprendiendo a lo que me refería.
     Peter nos señala que eso que parece buscar la inmensa mayoría bajo el nombre de amor, muchas veces es sólo un traje para escapar de la soledad. Y construye de este modo una novela coronada con un final que, tengo que reconocer no me esperaba. Pasamos de una historia calma a una sorpresa mayúscula una vez que se pone en marcha. Una trama, eso sí, que a veces se nos antoja precipitada, tirando de nosotros rápidamente de historia en historia sin dejarnos el tiempo suficiente como para "cogerlas cariño" siendo este el principal pero que se le puede poner.

     El segundo libro de Cameron es una opción más para conocer a un autor cuyo nombre quiero recordar para poder seguir su trayectoria. Una historia que engancha y que disfrutarán sobre todo aquellos aficionados a las novelas con regusto a novelón.

     No se si os pasa a vosotros, pero yo a veces paso por rachas en las que parece que soy incapaz de toparme con un libro de esos cinco estrellas. Y justo ahora estoy eligiendo título para el fin de semana, ¿me recomendáis algún título que os lo haya parecido a vosotros?

     Gracias

jueves, 17 de octubre de 2013

La cúpula. Stephen King




     "A dos mil pies de altura, donde Claudette Sanders disfrutaba de su clase de vuelo, la pequeña localidad de Chester's Mill relucía bajo la luz de la mañana como algo recién hecho y servido. Los coches avanzaban lentamente a lo largo de Main Street entre destellos de sol. El campanario de la iglesia de la Congregación parecía lo bastante afilado para perforar el inmaculado cielo. El sol recorría la superficie del arroyo Prestile mientras el Seneca V lo sobrevolaba: avioneta y agua cruzando la ciudad a lo largo del mismo curso diagonal."

     Antes de empezar os diré que no os pienso destripar el libro... ni la serie. Porque ahora que hay una serie y que son dos temporadas, muchos correrán a comprar el libro para enterarse de lo que resta por suceder, estoy segura de ello. Bien, podéis respirar tranquilos. En todo caso, hoy traigo a mi estantería virtual, La cúpula.

     Conocemos Chester's Mill lo que parecía ser un día cualquiera de otoño. Hasta que queda aislado del resto del mundo por un campo de fuerza contra el que se estrellan coches y aviones. Las personas que quedan en el interior deambulan desesperadas desconociendo el origen y la duración de esta situación en un pueblo con dos partes: por un lado un veterano de guerra, una periodista y unos skaters buscarán descubrir el misterio, y por otro Jim Rennie intentará hacerse con el poder del pueblo junto a su terrible hijo. Pero todos comparten una premisa: ahora, el tiempo no es infinito.

     Géneros y lecturas habituales a un lado, podría decir que me ha acompañado King durante mi formación lectora y no tengo inconveniente en reconocerlo. Me gusta perderme en sus páginas y disfruto mucho con sus historias en las que suele coger un protagonista al que tortura en un pequeño pueblo hasta hacer sudar al lector. Luego llegan las adaptaciones y ahí tenemos para todos los gustos, las buenas como Misery o Verano de Corrupción, o las malas como El resplandor (serie, no la de Kubrick que estaría entre las buenas), así que acudía a ver La Cúpula con bastante incertidumbre. Os diré, y así dejo zanjado el asunto, que ni el protagonista es igual, ni los personajes son muchas veces los mismos, ni suceden necesariamente las mismas cosas. Supongo que ahora os diría que Dale es un héroe y que Julia, es una periodista soltera y que son los que investigan junto a los niños, mientras que los malos como el hijo de Jim, esconden secretos terribles en la despensa. Pero no es una comparativa.
     Pasemos al libro.

     En este libro, King hace lo que mejor se le da, colocarnos en un pueblo (por supuesto de Maine)  y agobiarnos con una situación insostenible que va apretando a todos sus personajes. Porque en esa situación, las tensiones salen a flote y los demonios interiores quedan tan libres como prisioneros están los humanos debajo de la cúpula. Es un libro extenso que consigue mantener la tensión a lo largo de toda la historia y que, tal vez, lo único que le puedo poner como "pero" es la forma de resolverlo. No porque no lo deje cerrado, sino porque mantenernos pegados tantas horas a un libro así nos acaba generando más expectativas que una buena crítica.Un libro dinámico que no permite levantar la vista de sus páginas y en el que caemos irremediablemente rendidos ante la gran pregunta: ¿qué es la cúpula y de dónde ha salido? no pudiendo dejarlo hasta no satisfacer nuestras dudas. Y todo ello salpicado, al más puro estilo de La tienda, de una convivencia vecinal nada habitual.

     Tengo que decir que me gustó, y que seáis o no seguidores de la serie, es una novela que se puede leer con total tranquilidad ya que cumple su propósito. Por cierto que desconozco si sois o no seguidores de dicha serie que parece haber monopolizado tanto esta entrada como muchos mandos a distancia el día de su emisión. en todo caso, ¿tenéis algún libro sea o no de King que os gustaría ver trasladado a la pantalla?
     Yo lo tengo claro, de King 11/22/63.

     Gracias

     PD. Como podéis ver, he cumplido mi palabra. Serie y libro mantienen todas y cada una de sus incógnitas. Lo que la gente llegue a contar en los comentarios si decide hablar de hechos concretos... bueno, vosotros sabréis si seguís leyendo.    

miércoles, 16 de octubre de 2013

Yibuti. Elmore Leonard




     "Desde la terminal del aeropuerto, Xavier vió salir a dos legionarios para recibir el vuelo, dos tíos con quepis blandos, charreteras rojas y amplio fajín azul en la cintura, que parecían sacados de algún antiguo regimiento, menos por los pantalones cortos y los fusiles de asalto. Esperaban la llegada del vuelo de Air France procedente de París, que tenía prevista su llegada a Yibuti a las 8.00 h."

     Cuando me topé con este título del recientemente fallecido Leonard, me llamó la atención. No era su temática habitual, era mucho más reciente, y cercana, y desconocida, todo al mismo tiempo. Por eso se puso rápidamente en el punto de mira de mis intenciones lectoras. Hoy traigo a mi estantería virtual, Yibuti.

     Conocemos a Dana, una más que conocida directora de documentales, tanto por sus temáticas como por los premios obtenidos con ellos. Ahora está en Africa junto a Xavier, su ayudante, y su intención es grabar un documental que cuente la historia de esos piratas modernos que secuestran barcos para pedir un rescate. Sin embargo, durante la grabación del documental, se encontrarán con millonarios, piratas, terroristas... que les mostrarán que hay mucho más de lo que parece, y que puede costarles la vida.

     En su última novela Leonard salió de las calles que tanto conocía para meterse en el cuerno de África. Y lo hizo con determinación y nos obliga a acompañarlo a través de unas descripciones preliminares mientras nos presenta a sus personajes. Dana y Xavier son los que manejan la acción, y no sólo eso sino también la forma de contarlo ya que el autor opta porque ellos vivan y nosotros leamos. Unas veces en primera persona y otras cuando ya ha sucedido y se están montando las imágenes de lo que será el futuro documental. Pero no son los únicos personajes importantes en el libro, pronto conocemos a una pareja formada por el multimillonario Billy y la modelo con la que da la vuelta al mundo. Nos aportan un contrapunto interesante, como si estuviéramos leyendo a través de dobles parejas; y no sólo eso, sino que aprovecha para formar un personaje interesante que oscila entre un típico play boy, un paranóico y un hombre demasiado bien informado. Y a estas alturas os estaréis preguntando ya quienes son los malos. Y aquí viene justamente la parte interesante del libro. Leonard juega a enseñarnos piratas que viven entre lujos, que nos caen incluso simpáticos, para luego mostrarnos una oscura capa en la que sobresale el personaje de Jama. Nos habla de terrorismo islámico y de barcos con cargas peligrosas que pueden hacerse explotar. Y, como no, de incómodos testigos que hay que eliminar. Unos testigos que ya conocemos muy bien y a los que seguimos atentamente en sus investigaciones.

     Con todo Yibuti no es una novela de acción trepidante puesto que transcurre plácidamente salpicada de diálogos inteligentes para conducirnos por una interesantísima historia que es difícil dejar de leer. Es una apuesta por una trama diferente que parte de un punto que todos conocemos de las noticias y a la que merece la pena dar una oportunidad aprovechando, tal vez, para hacerlo como homenaje a este prolífico autor. Desde luego si pensabais cuando dije piratas, en esos que iban con una pata de palo... ya podéis ir olvidándoos, estos que os traigo se desplazan en coches de lujo.

     Por cierto, se ha entregado el Premio Planeta, como seguro ya sabéis, a Clara Sánchez y ha quedado de finalista la ex-ministra Ángeles González-Sinde y yo no sería yo si no os preguntase qué opináis a priori de los nombres resultantes. ¿Formarán parte de vuestras compras navideñas?

     Gracias

martes, 15 de octubre de 2013

El color púrpura. Alice Walker




    "Los animales del mundo existen por sus propias razones. No fueron hechos para los humanos, de la misma manera los negros no fueron hechos para los blancos o las mujeres para los hombres."

     Hace muchísimos años que vi esta película, recuerdo que me pareció terrible y fascinante y que, cuando descubrí que estaba basada en un libro pensé que tenía que leerlo. Luego descubrí que era epistolar y eso hizo que tardase un poco más, hay géneros que imponen o que nos cuestan, muchas veces por desconocimiento, y los postergamos. Finalmente lo leí y disfruté y por eso hoy traigo a mi estantería virtual, El color púrpura.

     Conocemos a Celie, una mujer que vive en el sur de Norteamérica en una zona rural, si añadimos que es negra y que estamos a principios de siglo XX poco a poco comprenderemos que no es el mejor momento ni lugar para nacer. A lo largo de varias décadas, Celie nos irá desgranando su historia a través de una suerte de diario escrito como si fueran cartas a Dios o a aquellas personas que le sirven de sostén. Cuando se vive con un padre horrible y se acaba con un marido horrible, es necesario tener un sostén en esta vida.

     Durante la década de los veinte, y pese a que aún no había acontecido el crack del 29, los estados del sur no vivían precisamente igual que los del norte. Además hay que unir que se tarda en cambiar una sociedad, independientemente del tiempo que tardamos en cambiar una ley, por eso en esta historia nos encontramos temas raciales. Aunque no son los únicos, también encontramos machismo, mucho. Si era difícil la vida con uno de estos "estigmas" Walker nos enseña lo complicado que podía llegar a ser llevando los dos.
     Y sin embargo no es una novela victimista sino de autoliberación. Es la historia de una mujer que pasa de una vida terrible que acepta de una forma demoledora a encontrar un motivo para luchar y rebelarse. A través del apoyo que le dan otras dos mujeres sacará fuerza para demostrarse a sí misma y al mundo que es una persona con mucha valía. Y eso lo vemos mediante sus cartas. Unas cartas llenas de sentimientos en las que poco a poco vamos captando la determinación de Celie, su admiración y amor por su hermana, por Sugar (un personaje tremendo e inolvidable) y los sentimientos por su familia. De hecho diría que está lleno de personajes inolvidables que nos llegan a tocar el corazón por la forma cercana que tiene la autora de escribir. Realmente podemos escuchar a Celie en sus palabras sencillas, con sus pequeñas sorpresas y su curioso sentido del humor.

    El libro causó una controversia en su momento, no sólo por la representación de la figura masculina afroamericana que plasmaba, una representación en la que salen malparados, sino por la  atracción que vemos entre la protagonista y otra mujer y que puede tomarse como punto de apoyo para el cambio que se produce en Celie. Temas complicados para un libro cargado de esperanza que triunfó desde su publicación y que acabaría siendo una película de Spielberg. Una historia a todas luces inolvidable que merece la pena ser descubierta.

    Empezaba comentando que hay géneros que nos cuestan más, como me sucedió al enterarme de que era epistolar (luego me he reconciliado con el género y ahora es uno de mis habituales). Personalmente reconozco que leo poco teatro... y vosotros; ¿Hay algún género al que os cueste acercaros?

     Gracias
   

lunes, 14 de octubre de 2013

Lo que escondían sus ojos. Nieves Herrero




     "Yo noté que algo se me rompía por dentro. Sentí un dolor fuerte en las entrañas... Mientras me hablaban tuve la sensación de que todo mi mundo se hacía añicos. ¿Cómo explicar que en tan solo cinco minutos mi vida cambió por completo?"

     Hay libros que me llaman la atención por la edición que presentan. En este caso la portada, el peso, las páginas centrales con fotos... ese tipo de detalles que hacen que automáticamente me decante por el papel sin recordar que existe eso que llaman formato digital. El libro que hoy traigo es un ejemplo de ello. Hoy traigo a mi estantería virtual, Lo que escondían sus ojos.

     Sonsoles de Icaza conoció en 1940 al que sería el amor de su vida, el ministro de Exteriores Serrano Súñer. Casada con el marqués de Llanzol, un hombre mucho mayor que ella que la consentía todos los caprichos, se descubriría enamorada de Serrano Súñer en un momento políticamente complicadísimo para España debido a las presiones para que tomase partido en la Segunda Guerra Mundial. Su elegancia, su relación con Balenciaga, su familia y el fruto de ese amor intempestivo marcarían una época.

     Me pareció interesante desde el primer momento la trama del libro. Su parte política, la relación extramatrimonial y la importancia que llegó a tener el fruto de esa relación, Carmen Díaz de Rivera, llamada "la dama de la transición". Pero reconozco que me daba un poco de miedo lo que podría encontrarme. Tanto por el nombre que figuraba, reconozco que no había leído nada de Nieves Herrero, como por los derroteros políticos que podría tomar el libro.
     En este caso los protagonistas exclusivos son Sonsoles y Serrano Suñer junto con sus familias y su entorno más cercano. La autora combina el lujo y el casi cotilleo con el relato político ligero que no entra en partidismos sino en una simple relación de los hechos. Sale Franco, sí, pero ni bueno ni malo, sino que es un simple figurante de la historia que nos viene a contar. Como también lo es la Guerra y los encuentros con los alemanes, que reflejaran en esta historia el entorno social y el estrés al que pueden estar sometidos nuestros protagonistas. De este modos busca satisfacer tanto a quienes sienten interés por el momento histórico como a quienes buscan dejarse llevar por la historia de amor, compartiendo así las páginas de un libro que se viste con diseños de un Balenciaga admirado tanto por la protagonista como por la autora del libro (esto es una apreciación personal derivada de las palabras que le dedica).

     Empezamos la semana con una novela histórica que se mete en una España que ha salido de la Guerra Civil y busca la neutralidad durante la Segunda Guerra Mundial. Un país en el que la alta sociedad era de unos pocos y sus influyentes posiciones y sus trajes eran objeto de admiración de una gran parte del pueblo y un momento en que el curso de la historia estaba a punto de cambiar. Y en el centro de todo ello una historia de amor que compone un cuadro perfecto para una novela muy entretenida que me ha gustado descubrir y me invita a probar de nuevo con anteriores trabajos de Nieves Herrero. Descripciones sencillas, sentimientos, nervios e incertidumbre a lo largo de más de 600 páginas en los que nos trasladaremos a las fiestas de una alta sociedad reciente que no nos queda tan ajena en el tiempo.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

   

sábado, 12 de octubre de 2013

Sueños literarios




     "Que toda la vida es sueño, y los sueños sueños son."
     Calderón de la Barca

     Supongo que hoy tocaría hablar del Premio Nobel de Literatura, sí. Eso sería lo correcto ya que hubo apuestas y discusiones. Bien, pues se lo ha llevado Alice Munro, ya está hablado, el resto lo han dicho periodistas especializados y mucho más preparados en la materia que yo. De hecho, fijaos si están preparados que han sabido condensarlo en apenas tres minutos entre noticia y noticia en la mayor parte de los casos. O podríamos hablar también del Premio Planeta que se entregará dentro de cuatro días. Pero claro, no podemos decir mucho de un premio cuyos nominados desconocemos porque firman bajo seudónimo. Lo dejamos pues para la entrega en la que hablaremos de si nos gusta o no el nombre hasta que podamos leer el libro.
     Y entonces, ¿de qué hablamos? De sueños. Porque cuando se entrega un premio literario hay muchas personas pendientes del resultado para poder conocer al escritor y llevarnos su obra a casa, o para decir que ya lo conocíamos lo mismo me da. Pero hay otras muchas personas que lo viven de un modo diferente: esos son los soñadores.

     Supongo que los lectores tendemos a pensar que un escritor es una persona que ha vivido entre libros, que leía desde pequeño y que de algún modo, tal vez por ciencia infusa al dormir con un libro bajo la almohada porque leía debajo de las mantas iluminado por una linterna, fue recibiendo durante esas horas de sueño la capacidad de crear. Es una idea bastante romántica, sí. Pero... posiblemente no sea ese el caso en un porcentaje bastante alto. Posiblemente nos encontremos con personas que un día cogen un papel y, vete tu a saber qué es lo que les impulsa a llenarlo con unas letras que todos conocemos pero jamás se nos hubiera ocurrido colocarlas en ese orden. Y que una vez escrito lo relee y le gusta o no le gusta y lo tira, y que pasado un tiempo lo enseña a alguien sin querer saber cuando lo lee o mirando cada gesto con cada palabra recorrida por unos ojos fijos en un folio que estuvo una vez en blanco. Una persona normal que pone un empeño especial en algo que sale de sus manos, y que sueña con verlo publicado. Y tal vez lo ve, no ya en una plataforma digital, no. Incluso en papel.
     Y ese sueño avanza y llega un momento en que sus pasos lo llevan a una librería, una de esas que suelo llevar al muro en mi ruta librera. Y entonces lo reconocemos porque llega y se para a mirar la librería, muros y muros de libros ordenados alfabéticamente, por géneros, por países, por editoriales. Y recorre los títulos sabiendo que no está allí, y soñando con la sensación que debe de ser encontrarse en tan buena compañía. Lo reconoceremos porque mira atentamente los libros pensando cual sería su hueco, el estante en el que le tocaría estar y tal vez incluso se acerca, rozando con la vista la letra que iría justo delante de la suya, pero no con los dedos, todos los creadores tienen algo de supersticioso o al menos eso dicen. Pero lo delata la mirada, que no está pensando en si se vendería mejor o peor en ese momento, como tampoco se le ocurre pensar en si está en el idioma que corresponde al suyo. Y si no lo está, imagina: no te leen en tu casa, o en tu barrio, ni siquiera en tu país, sino que en una librería cualquiera de un lugar que sólo conoces por haberlo visto en el mapa una persona también puede acercarse a la historia de ese folio que escribiste.
     Han de tener algo de soñador, está claro. O no podrían poner voz a muchos de sus sueños. Tal vez, sólo tal vez, por eso haya tantos libros sobre librerías y bibliotecas. Tal vez un escritor ahora famoso temió cuando empezaba que sus libros acabasen olvidados en una suerte de cementerio. Y tal vez hubo otro que no viendo su libro en las librerías se apostó fuera y hoy lo encuentra en cada una de ellas. Sueños pequeños, grandes para ellos, pero pequeños si los comparamos con lo que pueden pensar cuando ven entregas de grandes premios literarios, o cuando entran en una librería de esas que parecen inventadas, y dejan vagar la mirada perdida por ella. En silencio, concentrados en ese mundo que sólo pueden ver ellos, con esa mirada que dice que hay algo más que lo que tenemos delante.

     Hoy hablamos de sueños. Tal vez el de muchos de los que os pasáis por aquí sea veros en una librería, ganar un premio o simplemente escribir. Dicen que cuando se lee mucho, llega un momento en que las historias que lees ya no llenan tanto, empiezas a resabiarte y ver venir los giros y las situaciones y a necesitar historias diferentes que tal vez no hayan sido escritas. Y que por eso muchos lectores empedernidos, terminan sintiendo la necesidad de escribir. No es mi caso. El sueño que he tenido más veces relacionado con la literatura es de mi infancia, allá cuando la vida era en blanco y negro y había concursos en la televisión en los que uno de los mayores premios era un carro de la compra; yo soñaba con ganar un carro que llenar en una librería. Sueño pequeño para muchos, lo sé. Pero es mi sueño y lo sigo recordando con cariño y me seguiría gustando poder hacerlo. Por mucho que ahora eso de que las librerías desaparezcan y empiece a temer que la venta de libros sea mayoritariamente en grandes superficies se haya convertido en mal sueño... me seguiría gustando poder cumplirlo. Aunque lo más parecido que vaya a hacer sea llenar mi lector.

     Sueños. Los sueños son libres y hoy os he contado algo mío. Mi sueño literario, que no pasa por escribir ni por conocer a un escritor determinado, sino simplemente por leer. Y el vuestro, ¿cuál es vuestro sueño literario?

     Gracias

     

jueves, 10 de octubre de 2013

Butcher's Crossing. John Williams




     "La habitación tenía una sola ventana que daba a la calle; tenía un ligero marco desmontable de madera cubierto con una especie de gasa. Andrews cayó en la cuenta de que no había visto una sola ventana con cristal desde que había llegado al pueblo. Dejó la bolsa sobre el camastro."

     Llevaba esperando este libro más de un mes con la fecha marcada en el calendario. Stoner fue uno de mis descubrimientos literarios del año pasado así que tenía que leer la segunda obra del autor. y esta mañana, organicé un casi circo hasta conseguir el libro y convencer a mi querida Marilú de que hiciera lo propio. ¡Había que leerlo! Quienes dicen que disfrutan con la espera y la anticipación supongo que no me entienden. Yo soy una persona paciente, pero en el momento que tengo una fecha... me pierden las ganas de empujar hojas de calendario. Hoy, traigo a mi estantería virtual el libro causante de tanto alboroto. Hoy traigo, Butcher's Crossing.

     Conocemos a Will Andrews. Viaja desde Boston hasta el Oeste, al pueblo de Butcher's Crossing, un lugar poblado de cazadores que se dedican a comerciar con sus pieles vendiéndoselas principalmente a un tal McDonald. Sin tener muy claro lo que quiere se ve empujado a invertir en el proyecto de un hombre conocido por todos por buscar financiar su sueño de llegar a una pradera tan lejana como repleta de búfalos a los que cazar. De este modo, comenzará un viaje por áridas tierras acompañado de un cazador, su amigo alcohólico y manco y un hombre que se encargará de despellejar a los animales. La posibilidad de no encontrarlos y las inclemencias del tiempo serán dos de los problemas a los que se tendrá que enfrentar si quiere regresar.

   Bien, en primer lugar diré que este libro no es Stoner. y que tampoco lo pretende. Dicho esto, que es lo primero a tener en cuenta tras buscar otro libro de un autor que te ha deslumbrado, pasemos al libro en sí. Williams nos cuenta una historia en el Oeste que poco o nada tiene que ver con lo que nos imaginamos cuando nos nombran esos parajes. Es cierto que hay una especie de burdel, y cazadores, caballos, manadas y sabemos que hay indios, caminos, alubias calentadas en sartenes mugrientas y una biblia vieja. Y el protagonista es un forastero. Sí. Pero no es una típica historia del Oeste, aunque vayan a nombrar al ferrocarril en expansión. Incluso con todos esos ingredientes, la historia que nos cuenta Williams es distinta, porque nos habla, y en esto se es fiel, de personas que buscan caminos tal vez sin tenerlos claros, pero que acaban escogiendo unos caminos diferentes a los habituales. Y en medio de esos caminos, tarde o temprano se encuentran. En este caso veremos como aflora el miedo, la codicia, el valor, el resentimiento... incluso el vacío. Todas esas cosas las llevamos dentro y todas ellas en un momento u otro acaban por asomar. Y de eso trata nuestra historia de hoy, pese a que tiene cabida mucho más, incluso búfalos.

     Un estilo directo en el que no sobra una coma, con descripciones comedidas en extensión pero abundantes en número componen una novela que he disfrutado palabra a palabra. Porque si tengo que decir algo, es que me gusta como escribe John Williams, me gusta muchísimo ese estilo sobrio, casi discreto carente de términos extraños o estructuras complicadas, que nos da la sensación de estar escuchando una historia casi más que leyéndola. Una novela en la que escuchamos hasta el eco del silencio cuando nos lo nombran y en la que el silencio tiene un color, el blanco.
 
     Una historia del Oeste en la que nos hablan de personas, o una historia de una persona que va al Oeste y se busca entre personas... una historia, en definitiva que merece la pena conocer. Y un autor que os recomiendo disfrutar.

     Como he comentado muchas veces, esto de las lecturas se contagia y esta vez entre unos cuantos estuvimos hablando de John Williams. Al final Marilú, que cayó presa del embrujo de las letras de Stoner (aquí se ve que es cierto), también lo hace con Will Andrews y supongo que nos eremos las únicas (pero gracias por acompañarme en esa pequeña locura que ha sido hoy buscar el libro y comenzarlo con ansia devoradora). Porque decidme una cosa, ¿cuál ha sido la última lectura que os han contagiado por estos mundos?

     Gracias


miércoles, 9 de octubre de 2013

Memorias de un tramposo. Sacha Guitry




     "Me apresuro a añadir que cumpliré en pocos meses cincuenta y tres años; que, saliendo desde bastante abajo, he llegado, sino muy alto, al menos muy lejos; que nunca he vivido más que del dinero de los otros; que, gracias a este hecho, he poseído varios millones; y que, sin amargura ni remordimiento alguno, me encuentro hoy casi en la miseria."

     Conocía al autor cuando descubrí este título, si bien sólo lo conocía por su faceta teatral, incluso cinematográfica, por eso me sorprendió encontrarme esta historia. Y por eso tuve que llevármela a casa. Hoy traigo a mi estantería virtual, Memorias de un tramposo.

    París, 1935 y conocemos a un tramposo, sí. Y lo hacemos en el momento que señala el primer párrafo de la reseña. Momento que aprovecha para relatarnos su vida pasando sólo por los momentos que considera más relevantes de su infancia, su época en París, en Montecarlo, su brevísimo paso por la Guerra, restaurantes, casinos trampas...

     El libro que hoy os traigo apenas llega a las cien páginas, lo cual me parece importante decir en un principio para borrar cualquier idea sobre una densa biografía que os hayáis hecho. Además tiene un marcado tono que raya con la comicidad y que provoca que lo leamos con una sonrisa al toparnos con frases llenas de un humor inteligente.Podría decirse, por lo tanto, que estamos ante una novela casi picaresca que se convierte en una comedia ligera. Pero ojo, también estamos ante un libro que pronto se convirtió en un referente de las letras francesas, escrito por un ruso y que se sigue reeditando.

     Esta vez no he comenzado con un párrafo del primer capítulo, no por nada, simplemente hacía mucho tiempo que no me tropezaba con un primer capítulo como el de este libro y he querido dejarlo intacto para los futuros lectores. La infancia de nuestro hombre  como pasa a quedarse solo en la vida me parece uno de los momentos brillantes del libro, además de ser el punto de partida para el tramposo que nos anuncia el título de la obra. Podría pedirse que el libro se extendiera un poco y nos dejase conocer un poco más a su protagonista que nos relata de forma muy fugaz su paso por distintos trabajos. De hecho a mi me hubiera gustado. Porque rápidamente y tras hacernos unas personalísimas descripciones de París y Mónaco, entramos en los casinos y nos sumerge en las formas de hacer trampas en las mesas de juego. Formas, métodos, los suyos, los ajenos, los motivos, las justificaciones: el juego. Se adueña el juego de la historia poco a poco para terminar incluso con una suave moraleja, no para nosotros, sino para él. Pero no nos importa, ni nos sentimos adoctrinados, simplemente es la vida, su vida.

     Hoy traigo un libro fugaz, de apenas una tarde, que me ha gustado descubrir. Me ha gustado su protagonista, uno no puede evitar sentirse atraído por su forma de expresarse y su azarosa vida que incluye casi cualquier eventualidad que uno pueda imaginar, incluido un destello matrimonial. Y pese a todo, su acción es pausada; pese a lo breve, a todo lo que nos relata en tan poco espacio, no es apresurado en las formas sino en los tiempos. Tal vez por eso se me ha quedado un poco corto y me ha dejado la sensación de estar ante un buen entremés. Pero con todo me ha gustado mucho su lectura, y me quedo algunas frases apuntadas en mi libreta de notas que me han conquistado.
     Lo he disfrutado.

     Estoy segura de hallarme ante uno de esos personajes que un lector recuerda durante un tiempo, en este caso con una sonrisa. Así que presentado el mío, decidme, ¿no tenéis vosotros algún personajes que os siga haciendo sonreír pasado el tiempo? De esos que nos resultaron particularmente agradables.

     Gracias

martes, 8 de octubre de 2013

El último Romanov. Dora Levy Mossanen




     "Mientras resuenan en las profundidades del bosque primigenio los bramidos de los uros salvajes, Boris Spiridov extiende su capote de cazador sobre un colchón de hojas secas y Sabrina Josefina, hija de un gran duque y favorita en el palacio de los Romanov, se pone en cuclillas como si hubiera pasado toda su vida en ese bosque."

     Hay temas que parece siempre resultan atractivos. Historias que encierran un misterio y que han confundido rumores, realidades, acasos... Una de las más famosas es la de los Romanov. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El último Romanov.

     Conocemos a Darya Borisovna a la edad de 104 años, corre el año 1991 y corren grandes cambios. Darya, sin embargo, vive aún en su pasado, cuando cuidaba al zarévich Alexei, anclada en esos años tanto como su joven aspecto. Ahora, al aparecer un supuesto heredero, tendrá la excusa perfecta para relatarnos la vida que le tocó ver desde detrás de su ojo opalino.

     Antes de nada hay que decir que es ficción histórica, es decir, el personaje de Darya es una invención de la autora. Dejando esto claro nos sumergimos en una historia contada con todo lujo de detalles para conseguir hacer tambalear la certeza del lector sobre lo que tiene entre manos. Ese es el verdadero punto fuerte de la novela, construir una historia visual que parece casi real. Y eso es lo que la hace atractiva al lector.
     Tenemos una historia que combina la intriga y los misterios con recuerdos revestidos de alucinógenos. Mucha nostalgia por los "viejos tiempos", políticas, vestidos lujosos, tratos.. ¡Rasputín! y, como no, una historia de amor. Todo ello con el encanto de un leve aroma a magia para provocar horas de entretenimiento en cualquier lector aficionado o no al tema.

     Hoy traigo una novela que dentro de un tema ya tratado mil veces, busca una ruta alternativa para conseguir entretener al lector sin que este tenga una historia ya conocida. Una novela que cumple con lo que promete, durante más de 400 páginas viviremos de recuerdos.

     Los Romanov, la Guerra Civil, La Segunda Guerra Mundial, Esclavitud... ¿de qué tema ya estáis un poco cansados? Yo lo tengo fácil, me he cansado de novelas eróticas con sumisas.

     Gracias

lunes, 7 de octubre de 2013

La cartuja de Parma. Stendhal




     "El 15 de mayo de 1796, el general Bonaparte hizo su entrada en Milán, al frente de ese joven ejército que acababa de pasar el puente de Lodi y de mostrar al mundo que, después de tantos siglos, César y Alejandro tenían un sucesor.
     Los milagros de audacia y de genio que Italia presenció, despertaron en pocos meses a un pueblo que dormía; ocho días antes de la entrada de los franceses, aún veían en ellos los milaneses, un atajo de bandidos acostumbrados a huir siempre ante las tropas de Su Majestad imperial y real; al menos así lo repetía tres veces por semana un periodiquillo, no mayor que la palma de la mano, impreso en papel sucio."

     Ahora que la crisis hace mella en los bolsillos considero que es un buen momento para leer los clásicos. Esos que solemos tener por casa, que nos suenan pero nunca nos pusimos con ellos y, sobre todo, esos que siempre sabemos que van a tener en la biblioteca. Su lectura nos descubrirá en muchas ocasiones, que son obras mucho más divertidas y entretenidas de lo que habíamos juzgado. Hoy traigo a mi estantería virtual uno de esos clásicos, hoy traigo La Cartuja de Parma.

     Conocemos al joven Fabrizio, que deslumbrado por Napoleón, busca unirse a él en la última batalla. Sin embargo no puede, ya que es confundido con un espía. Seguimos la vida de este joven, con aspiraciones militares que no comparte su influyente tía Gina, y lo vemos enamorarse y alternar amantes que provocan muchas veces catastróficas situaciones en su vida. No será hasta tiempo después y debido a una serie de intrigas políticas urdidas en su contra, que Fabrizio consiga ver a su amada, eso sí, a través de las rejas que lo tienen confinado y descubrirá de este triste modo que su amor es correspondido. Pero no termina aquí la agitada vida de este joven.

     Como una buena novela romántica al uso, pronto descubrimos en esta historia  al joven aristócrata Fabrizio; a su manipuladora y atractiva tía y a la joven rodeada de un aura inocente. Sobre estos tres pilares, el autor construye una novela llena de amores, intrigas, traiciones, situaciones divertidas, celos, ironía... y sobre todo, una gran historia que ha resistido con mucha dignidad el paso de los años.
     Muy diferente de Rojo y Negro, Stendhal construye un novelón que atrapa al lector desde sus primeras páginas, que deseoso de saber qué le sucede a este joven, se deja llevar entre fantásticas descripciones, por una novela en la que jamás dejan de suceder cosas. De este modo nos deslizamos por sus páginas sin darnos cuenta, disfrutando de cada palabra escrita sin notar apenas que nos hemos trasladado de época, momento y ciudad.

     Reflejo de un momento y una época, La cartuja de Parma es una novela magnífica, de esas que se disfrutan página a página con una cierta ligereza que no siempre acompaña a los clásicos. Un libro a caballo entre lo histórico y lo romántico con el que, a buen seguro, pasaréis grandes horas.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

viernes, 4 de octubre de 2013

Los crímenes de un escritor imperfecto. Mikkel Birkegaard




     "Nadie se atreve a llamarme por la mañana. Los que creen que me conocen piensan que duermo la mona. Los que realmente me conocen saben que trabajo por la mañana y que odio ser molestado mientras escribo. No es que estuviera escribiendo cuando sonó el teléfono; bien que estaba sentado a mi escritorio,con el ordenador en marcha y una taza de café humeante al lado, pero mi mente divagaba por otro sitio."

    Ya he comentado que parece un tema de moda incluir a escritores y librerías en las tramas de los libros.Por eso hoy y aprovechando una reedición recupero una novela negra cuyo protagonista es un escritor. Hoy traigo a mi estantería virtual, Los crímenes de un escritor imperfecto.

    Conocemos a Frank Fons, un escritor de novela negra con un estilo directo,calificado incluso de sádico, que ha gozado de un gran éxito entre la población. A medida que publicaba,los crímenes de sus libros eran más explícitos y ahora ahora reina una gran expectación por el lanzamiento de su siguiente novela. Sin embargo,tiene un fan que no está de acuerdo con la fama de Frank. Es más, piensa que siempre comete errores a la hora de relatar los crímenes,y está dispuesto a demostrárselo de la forma más cruel. En su entorno.Y de una forma muy efectiva: matando.

     Hoy traigo una novela negra en toda regla. Un escritor ve como sus asesinatos ficticios se convierten en reales mientras le van involucrando, creando un cerco que se estrecha a su alrededor provocándole terribles sospechas. Unos asesinatos que él describía con todo lujo de detalles y que son reproducidos a la perfección. Unas escenas que bien podrían poner los pelos de punta al lector más sensible, eso tengo que decirlo.Si el protagonista es directo, Mikkel no se queda atrás y somos capaces de ver cada escena como si de una película se tratase. La trama está muy bien urdida y nos vamos angustiando tanto como su protagonista en la búsqueda de este asesino obsesionado con él. Un asesino que tiene decidido como rematar su obra, cual será su éxito final que terminará por bajar los humos al autor... Y allí estaremos en una carrera continua en la que no parece una buena idea invitar a la policía.

     El libro está contado en primera persona por su protagonista, por lo que conseguimos engancharnos a la historia desde el primer momento. No busca una acción trepidante sino ir apretando poco a poco al lector, al igual que hace con Frank, hasta ver en qué punto estallamos. Y tengo que decir que conmigo casi lo consigue. El último capítulo es brutal, he buscado otra palabra para definirlo pero no la he encontrado. Cuesta mirar, porque llegados a este punto ya no leemos, miramos, pero es imposible no hacerlo. Y seguimos leyendo mientras aguantamos la respiración buscando que por fin llegue el final.

     Hoy traigo una historia que no es apta para todos los públicos. Tened cuidado al cerrarlo: gotea sudor y sangre.
     
  Y vosotros, qué me decís; ¿os gusta esta moda de escribir libros sobre libros o escritores o librerías o bibliotecas...?

     Gracias
  

jueves, 3 de octubre de 2013

Los Borgia. Mario Puzo



     "Mientras la peste negra devastaba Europa, los ciudadanos apartaban los ojos de la tierra y miraban hacia el cielo con desesperación. Algunos, los más inclinados hacia el pensamiento filosófico, intentaban encontrar ahí los secretos de la existencia, aquello que les permitiera desentrañar los grandes misterios de la vida; otros, los más pobres, tan sólo buscaban aliviar su sufrimiento."

     Hay autores que son automáticamente identificados por un título, aunque sea por su adaptación cinematográfica incluso. Eso le sucede a Mario Puzo, todos pensamos en... Marlon Brando. Sin embargo tiene algún título más que puede ser interesante descubrir. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Los Borgia.

     El pleno Renacimiento conocemos a una de las familias que más poder y ambición llegaron a atesorar en la historia, la familia Borgia. Rodrigo Borgia es elegido Papa con el nombre de Alejandro VI y ve en ello una oportunidad para sus tres hijos, nombrando capitán al mayor, cardenal al segundo y arreglando un buen matrimonio para su hija. Sin embargo sus hijos son igual de ambiciosos y pronto empiezan las rivalidades a la vez que expanden su poder.

     Estamos ante un libro muy entretenido, Mario Puzo nos simplifica la historia y construye una novela que se puede leer en dos días porque despierta el interés del lector. Si hay muchas novelas históricas en las que el autor parece empeñado en mostrar lo muchísimo que se ha documentado, esta no es una de ellas. Aquí se trata de despertar nuestro interés por una familia que ya hizo correr ríos de tinta contándonos sus intrigas y enfrentamientos. Consigue engancharnos a la historia y tenernos pendientes de cada uno de sus movimientos, intrigas, traiciones, amores, secretos... hasta llegar al final de un libro que se me antojó demasiado corto. A veces me pasa no todo va a ser quejarse de libros a los que parece sobran páginas. Este pertenece justo al lado contrario: me hubiera gustado saber más, profundizar un poco en los personajes que a ratos se me antojaron superficiales, y conocer mejor por ejemplo a Lucrecia, un personaje que siempre me ha parecido fascinante.

     Un libro francamente entretenido que consigue hacerse incluso con los lectores que no son habituales de la novela histórica y que (y esto es apreciación personal) nos viene a demostrar que este autor sabía mucho de mafia. Perfecto para los poco aficionados al género o aquellos, que los hay, que siguen viendo la novela histórica como algo pesado de leer. Puede ser un buen título para empezar a sumergirnos en ella, ya nos quedará tiempo de llegar a los llamados "imprescindibles".

     Supongo que todos tenemos épocas favoritas sobre las que leer, o personajes, familias... como ya he dicho al principio, Puzo en esta novela toca una de las mías. Y vosotros, ¿hay algún "momento histórico" que os guste especialmente?

     Gracias

miércoles, 2 de octubre de 2013

El tercer nacimiento de Ulises. El gran ojo. Jose Docavo Alberti


     "Mi padre era una persona muy inteligente. Como él quería ser padre y por diversas razones había optado por no relacionarse con ninguna mujer, decidió tenerme por sí mismo. A primera vista podría parecer una decisión muy infantil, pues que se sepa, no existe ningún caso en el que un hombre haya dado a luz a un niño, sin embargo yo puedo atestiguar que no es así; porque por increíble que parezca y a pesar de que no tenía estudios, mi padre, después de muchos años dedicado a la investigación, al final consiguió darme la vida y acabó convirtiéndose en un gran doctor. Un gran doctor anónimo al que desde muy jovencito no le quedó más remedio que ayudar a su familia en las labores del campo."

     De vez en cuando me meto en lecturas por el simple placer de descubrir algo distinto. No siempre sale bien y muchos son escépticos respecto a esta forma de elegir, pero si tenemos en cuenta que Benjamin Button nació siendo un anciano... los imposibles pueden dar lugar a grandes historias. Por eso me embarqué en el libro que hoy traigo a mi estantería virtual. Se trata de El tercer nacimiento de Ulises.

     Conocemos a Ulises, que tras nacer muerto fue devuelto a la vida por el hombre que sería desde ese momento su padre. Hoy trabaja en la NASA y está dispuesto a proteger el planeta aunque para ello tenga que destruir al ser humano. Por otro lado conocemos a Elena, su amistad con Carmen y su relación con Héctor, que tratarán de detenerlo.

     Si miramos la contraportada veremos que una vaca tendrá bastante que ver en la historia de Elena, lo cual puede parecer extraño. Pero si, venciendo las reticencias que algunos puedan tener tras ver la palabra "vaca" abrimos el libro, descubrimos que la historia arranca precisamente con ellas en un primer capítulo que derrocha creatividad y que da pie al nacimiento de Ulises. Tengo que reconocer, además, que me reí en un par de ocasiones imaginando al padre de Ulises entre estas vacas.

     Es una novela en la que nos encontramos situaciones imposibles entre personajes que han sido cuidados para que nos resulten totalmente reales. Y tal vez sea ese contraste lo más llamativo del libro; mujeres decididas, hombres posesivos y vacas que hablan se mezclan para dar lugar a un libro tras un primer capítulo sorprendente nos lleva con tranquilidad por una historia de acción que busca hacer reflexionar al lector sobre el mundo que nos rodea. Aunque esta vez no se trata de asesinatos e injusticias sociales, sino naturales. Con todo es un libro que combina la acción, con unas dosis altísimas de creatividad y como no puede faltar en una novela, amor.

     Un libro para leer con la mente abierta, al menos hasta coger el pulso a la historia. Aunque supongo que todos hemos leído alguna vez un libro cuyo comienzo nos ha sorprendido por surrealista, como en el caso de Benjamin Button que comentaba antes. Decidme, ¿cuál ha sido la historia más sorprendente con la que os habéis encontrado?

     Gracias

martes, 1 de octubre de 2013

El desayuno. Luis Alberto de Cuenca



Imagen de la red
El Desayuno
Me gustas cuando dices tonterías
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas
o cuando eres feliz y se te nota
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es la ducha del infierno)
o cuando me perdonas un olvido.
Pero me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno."


     Sin exagerar hace un siglo que no traigo un poema, y sin exagerar hace una eternidad que no me compro un libro de poesía. Tengo que empezar seriamente a ponerme con ello. No es porque no me guste, sino porque me pierdo y no tengo claro por dónde comenzar. 
     Cierto es que hay mucho poema de amor y no son mis favoritos, y que los poemas que me gustan son peculiares cuanto menos, pero hay mucho poema por leer y mucho poeta por conocer, como Luis Alberto de Cuenca.

     Y diréis: "Pero hoy nos traes un poema de amor." 
     Pero este sí que me gusta porque habla de pequeños detalles y no de grandes cosas. De fragmentos pequeñitos que componen vida y es donde se disfruta o se añora, donde nos damos cuenta de a quién nos gusta o nos gustaría tener al lado. 
     Porque digo yo que es natural despertar con hambre y más aún hacerlo con ganas de comer. Y cada cual, que interprete.

     No hablaré de métricas ni tampoco de influencias. Como de tantas otras cosas, tampoco entiendo de poesía. Pero sé lo que me gusta.

     Por cierto y al hilo de lo que comenzaba diciendo, ¿me podéis recomendar un libro de poemas?

     Gracias