martes, 31 de julio de 2012

La protegida Wittman: El Futuro No Tiene aliados 1. Iván Hernández

 


     "- El futuro no tiene aliados- presagió Joseph tiempo atrás, hundido en su temor.
     Minerva limpiaba escrupulosamente la casa en la que había vivido durante los últimos años: llevaba días sin hacerlo. El polvo se había adueñado de los pocos muebles y los variopintos cachivaches que decoraban su interior. El tiempo parecía haberse detenido entre aquellas cuatro paredes desde el trágico suceso, pero fuera de allí las olas seguían chocando con fuerza contra el acantilado, haciendo que la espuma naciente trepara la ladera como siempre lo había hecho, cabalgando sobre la brisa salina hasta el interior de la cabaña."
   
     Lo se, siempre ando renegando de las sagas y ya he comenzado una trilogía... pero tengo excusa, de algún modo las palabras "la protegida" me llamaron la atención, unido a ese apellido que no podía dejar de identificar con un cierto aire victoriano. Y no había leído nada del autor, había visto en varios sitios que merecía la pena descubrirlo, y... eso, lo empecé. Y me llevé una grata sorpresa, por eso hoy traigo este título a mi estantería virtual. hoy traigo, La protegida Wittman, primera parte de la trilogía El futuro no tiene aliados.


     Os presento a Minerva. Si alguien puede recrear un trocito del paraíso creado por Dios en la tierra, ese es el abuelo de Minerva. Allí viven ajenos al mundo rodeados de belleza e inocencia, aunque esa inocencia implique no crecer. Cuando esa burbuja se rompe Minerva crecerá de golpe, primero en su exterior recuperando el tiempo que se había parado, y luego en su interior, descubriendo el mundo que la rodea. su entrada no puede ser más cruel, entre piratas, pero luego, una millonaria muy conocida decide convertirla en su protegida. Parece saber hasta dónde puede llegar la joven Minerva, incluso más que ella misma. Por eso y bajo la atenta mirada de el joven Peter Badge, Minerva deberá enfrentarse no sólo a un mundo nuevo, sino a una epidemia que amenaza con devastarlo.

     Lo primero que me llamó la atención del libro que traigo hoy lo noté pasadas a penas unas pocas páginas. No estaba en el argumento sino en las letras, en el ritmo y el cuidado uso de las palabras y la adjetivación del autor. De una forma precisa, casi milimétrica otorgaba una sensación de tangibilidad a aquello que nos iba contando fuera de lo común. Hasta ahora he traído muchos libros, espero que me queden muchos más aún por enseñaros, y, poco a poco, a medida que vamos leyendo, aprendemos a distinguir los signos característicos de los autores. A lo largo de las páginas de este libro nos vamos familiarizando con ese cruce de escenas que van de la ficción más absoluta a la realidad más plena en la que se mueve el autor. Y todo ello sin perder pie, consiguiendo que poco a poco aceptemos como ciertas sus premisas y toda su estructura se nos vaya antojando cierta. Esa es una de las cosas más complicadas de lograr, que el lector crea aquello que se le está contando cuando se incluyen animales de madera y colgantes misteriosos. Bien, ese es el rasgo más sobresaliente de este libro, la verosimilitud que nos construyen.

     Se trata de un libro complejo en el que se entremezclan leyendas, secuestros, amigos, ambiciones, pasiones y venganzas. Nada escapa a la pluma de Iván en las quinientas páginas del libro, todos los ingredientes para engancharnos están ahí. Y teje con ellos una maraña tremenda en la que la lucha por salvar a la humanidad no depende de un santo grial o un secreto custodiado por una misteriosa secta. Todo ello se basa en Minerva, su protagonista. Una mujer que vamos conociendo con sus miedos y sus dudas y de la que vamos encariñándonos página tras página. La acompañamos en el descubrimiento del mundo, la búsqueda de su lugar en la extraña casa de esa mujer que la acoge, y en la empresa que parece esperar de ella una suerte de milagro que no sabe si será capaz de producir. Pasan sus días en nuestras páginas y la vemos sufrir, sentir y dudar una y otra vez y no somos capaces de cerrar el libro y dejarla sola. Es curioso como huyendo de la fórmula Best Seller un libro puede contener todos los ingredientes para convertirse en uno adueñándose de una gran parte de nuestro día y como puede utilizar temas que hemos visto reflejados en muchas obras y mostrárnoslos desde un prisma distinto. Como ya he dicho, no había leído nada del autor, no conocía sus letras, y en esta ocasión me he encontrado un libro ajeno a las trepidantes acciones de muchas lecturas veraniegas pero que mantiene al lector en un vilo hasta sus últimas páginas. No da tregua a sus protagonistas a relajarse en la búsqueda de la solución y tampoco al lector en su empeño en ayudarles a descubrir sus secretos. Un argumento cerrado como para permitirme disfrutar de esta lectura hasta su última página, con un final adecuado que no me tiene en vilo hasta la siguiente entrega pero con un tono que me hace estar segura de ir a continuar con la historia, ¿qué más se puede pedir?

     Y vosotros, ¿sois de los que os embarcáis en sagas como Canción de hielo y fuego o preferís aquellos cuyas historias son autoconclusivas?

     Gracias

lunes, 30 de julio de 2012

Nunca me abandones. Kazuo Ishiguro



     "Mi nombre es Kathy H. Tengo treinta y un años, y llevo más de once siendo cuidadora. Puede parecer mucho tiempo, lo sé, pero lo cierto es que quieren que siga otros ocho meses, hasta finales de año. Esto hará un total de casi doce años exactos. Ahora sé que el hecho de haber sido cuidadora durante tanto tiempo no significa necesariamente que piensen que soy insuperable en mi trabajo. Hay cuidadores realmente magníficos a quienes se les ha dicho que lo dejen después de apenas dos o tres años. Y puedo mencionar al menos a uno que siguió con esta ocupación catorce años pese a ser un absoluto incompetente. Así que no trato de alardear de nada."

     El título que traigo hoy posiblemente sea de los que más me han llevado a error respecto al contenido del libro. Este es uno de esos libros que te encuentras de refilón bajo la apariencia de una historia convencional, miras la contraportada y piensas que es casi juvenil y, a medida que vas leyendo te das cuenta que has entrado en un libro muy diferente a los libros habituales. Por eso  hoy lo traigo a mi estantería virtual. Hoy traigo, Nunca me abandones.


     Visitamos el internado de Hailsman, habitado por adolescentes. Un internado de apariencia victoriana con niños a los que se les explica lo especiales que son, cuidando su salud y educación. Estos adolescentes tienen una peculiaridad, son estériles y huérfanos, pero eso no les impide tener sentimientos y nace un triángulo amoroso entre tres jóvenes, Kathy, Ruth y Tommy.

     Siempre me quejo de las etiquetas que se ponen a determinados libro, este quizás sea uno de los más claros ejemplos. El propio autor al preguntarle si su obra era de ciencia ficción comentó:
"Me gusta pensar que es una ficción alternativa"


     Esta obra que comienza de una forma bastante habitual va sembrando dudas al lector, el motivo del colegio, tener a esos niños tratados como si fueran algo especial con una suerte de cercanía distante, el futuro incierto para el lector pero seguro para los profesores que les depara... y lo hace salpicando el libro de datos que nos van generando una atmósfera de inquietud. Poco a poco nos adentramos en su mundo de ficción que no es futuro, no está lleno de tecnologías ya echadas por tierra ni tampoco grandes avances que tal vez están por llegar. Porque no toda la ciencia ficción versa sobre tecnología.

     Hoy traigo un libro que me caló hondo sobre relaciones personales y tiempos perdidos. Desesperanzador a ratos, pero hermoso en su contexto. Un mundo de jóvenes cuyo futuro está decidido desde su nacimiento y que, gracias a una profesora y una profunda relación entre ellos, descubren que el mundo no es un lugar hermoso. Hay que tener cuidado porque engancha desde la primera página y nos mantiene pegados al destino de estos jóvenes, tal vez, teniendo más esperanza que ellos en cambiar las reglas que les han sido impuestas. Un libro magnífico y terrible a la vez. En mi caso, todo un descubrimiento que os recomiendo advirtiendo que os pasaréis días masticando su final. Es lo bueno, dejar poso.

     Y vosotros, ¿cuántas pequeñas joyas habéis descubierto bajo apariencias y títulos aparentemente discordantes? ¿o sois de los que os fiáis por el título y no dais una oportunidad al libro?    

     Gracias

sábado, 28 de julio de 2012

Entrevista a Luisgé Martín


     Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense y Máster en Gerencia de Empresas, Luisgé ha sido editor en Ediciones del Prado y colabora en El País. Asiduo jurado en certámenes literarios ha publicado novelas y relatos con los que ha conseguido premios como el Ramón Gómez de la Serna en el año 2.000 por su obra La muerte de Tadzio y quedó finalista del Premio Salambó por Los amores confiados. Los temas escarpados, fantasmas interiores, perversiones y venganzas son un tema recurrente en sus ya características letras.


     - ¿Cómo surge La mujer de sombra?
     - La mujer de sombra surge de una idea repentina: qué pasaría si alguien desapareciese de nuestra vida y no pudiéramos saber por qué. ¿Ha muerto, se ha cansado de nosotros...) A partir de ahí, cree una trama en la que están, como no puede ser de otra forma, los fantasmas y obsesiones de toda mi literatura.
     Parece que todas sus novelas tienden hacia los secretos tortuosos que escondemos, ¿es más interesante lo que escondemos que lo que mostramos?
     - Hay de entrada una diferencia básica: lo que mostramos está mostrado, no hace falta ningún escritor que venga a contarlo. Yo creo que lo que existe y no mostramos nos retrata perfectamente, nos define. Lo que mostramos tiene muchas veces que ver con las convenciones sociales, con lo que querríamos ser, con lo que no nos atrevemos a confesar. Lo que no mostramos es siempre sincero.
     - En este caso, la  necesidad de saber, de conocerlo todo, se vuelve algo destructivo ¿cómo se enfoca un personaje así, que pasa del amor a la obsesión cambiando radicalmente?
     Pasa del amor al amor. El amor a menudo es una obsesión, algo que nos aturde el cerebro y las ideas. Ese es el problema de Eusebio y el núcleo de la novela: la necesidad de saberlo todo de la persona a la que se ama se convierte en una pesadilla, en una manía destructiva. Pero la transición, creo, es natural. En la obsesión que Eusebio tiene no falta el amor, sino todo lo contrario.
     - Un libro que no deja indiferente a nadie, como ninguno de los suyos. ¿Hay además algo de pesimismo en su forma de escribir?
     - Creo que sí. Probablemente porque yo soy bastante optimista vitalmente. Me caigo y me levanto, me caigo y me levanto. Pero no dejo de pensar, razonablemente, que la vida consiste en eso: en caerse todo el tiempo.
     - Vemos a su personaje caer, ¿tan difícil es no hacerlo?
     Yo creo que mi personaje cae de una forma estrepitosa, derrumbándose, y eso no es inevitable. Poca gente cae así. Pero para eso está la literatura, para construir. Ahora bien, como te decía, sí creo que es prácticamente imposible no caer. Se cae siempre, aunque sea de forma más vulgar. Y puesto a ser literarios, muchas veces me pregunto si yo prefiero tropezar con un bordillo o rodar por la escalinata de El Acorazado Potemkin. Ya que caes, que por lo menos sea intenso.
     - Un libro con sexo, secretos, perversiones, ironía… y la incómoda pregunta que le plantea al lector sobre la necesidad de conocer todo de la persona que tienes al lado, la de respetar una parte…¿ Eso es lo que busca, la participación del lector?
     - Cualquier escritor busca la participación del lector, de una u otra forma. Ningún libro está acabado si el lector no pone su vida ahí. Y esto no es un tópico vacío, sino la constatación de una manera de comunicarse. Lo que yo escribo exige que alguien lo sienta, que lo convierta en una emoción propia.
     - Viendo sus artículos, se puede afirmar que es un autor comprometido socialmente, ¿cómo ve la situación actual con las últimas noticias?
     - La situación actual —no soy original— es desastrosa, y va a seguir siéndolo durante mucho tiempo. Lo más desolador para mí, sin embargo, es que estén ganando “los malos”. Los que han creado toda esta situación son los que han salido mejor parado. Y los valores sociales que nos han traído hasta aquí son los que siguen siendo predominantes.
     - Quería felicitarlo también por el premio obtenido con Los dientes del azar. Un relato complicado sobre el terrorismo y la casualidad, ¿cree usted en las casualidades?
     - Las casualidades —tal como las cuento en ese cuento— definen nuestra vida. Cada vez que tomamos una decisión nimia estamos configurándolo todo. Las causalidades grandes, son, como la lotería, improbables, pero las casualidades pequeñas están en el cimiento de lo que somos. Me acuerdo de que en mi primer día de universidad había varios bancos libres y me me senté en uno, al lado de una chica. Esa chica ha sido una de mis grandes amigas y me ha hecho en buena medida ser como soy. Si me hubiera sentado en el banco de atrás mi vida habría sido diferente.
     - Y si antes le preguntaba por el panorama actual en general, ahora le pregunto por el literario, ¿cómo ve el cambio al mundo digital, nos adaptaremos autores y lectores?
     - Creo que nos adaptaremos, por pura lógica, pero creo también que yo no lo veré. Va a ser un proceso muy lento, muy peleado. No me gusta nada el ring en el que se está desarrollando la batalla digital. Había otros escenarios más adecuados y más provechosos, pero los intereses creados, los lobbies y el dinero los han desplazado. Y han ganado la partida de la propaganda los demagogos.
     - Y ahora, ¿ya está pensando en su próxima novela?
     La estoy acabando. Se titulará La misma ciudad y será cortita.
     - Y finalmente no puedo dejar de preguntarle qué esta leyendo ahora.
     - El capital erótico, de Catherine Hakim, un libro lleno de ideas a contracorriente, que son las que me gustan. Y los cuentos de Borges, que nunca había releído.

     Muchas gracias por responder a mis preguntas, ha sido un verdadero placer acercarme al autor y, como siempre, gracias a todos los que os pasáis por aquí. Es vuestra casa.

     Bibliografía:
     - Los oscuros
     - La dulce ira
     - La muerte de Tazdio
     - Amante del sexo busca pareja morbosa
     - El alma del erizo
     - Los amores confiados
     - Las manos cortadas
     - La mujer de sobra


viernes, 27 de julio de 2012

La mujer de sombra. Luisgé Martín




     "Guillermo vive con Olivia desde hace seis años en una casa alquilada que tiene un balcón grande desde el que se ven los tejados de Madrid. En el vestíbulo de la casa, sobre un taquillón de madera, hay una foto de ellos hecha el día de su boda. Están desnudos. Guillermo, muy serio, mira a la cámara con teatralidad. Olivia, en cambio, tiene una mueca desfigurada por el esfuerzo para disimular la risa: los labios arrugados, los ojos muy abiertos, los pómulos tiesos. En la mano, a la altura del vientre, sujeta un ramo de orquídeas con adornos nupciales. Tiene las uñas de los pies pintadas y una pulsera dorada en el tobillo. El pelo lo lleva suelto, despeinado, pero también tiene un aliño: una flor blanca. El suelo es de césped y al fondo hay arrayanes."

     La primera vez que leí sobre la fuerza narrativa de este autor me quedé simplemente con su nombre. No por nada, sino por extrañeza. Luego, como suele pasar en estos casos, lo olvidé hasta la siguiente ocasión en que me asaltó a la vista. Así que decidí echar mano de google para saber quién era este hombre de nombre tan poco común y descubrí que Luisgé es Luis García, solo que desmarcándose de Luis G. que hubiera sido lo habitual. Ese pequeño gesto, esa diferencia, fue lo que me levó a leerlo. Si algo tenemos los lectores constantes y empedernidos, es que muchas veces nos llevan razones inusitadas a descubrir autores y títulos que se salen de las líneas comunes. En este caso me gustó lo que vi, por eso hoy traigo a mi estantería virtual su última obra,La mujer de sombra.


     Guillermo, un hombre casado común, le confiesa a su amigo Eusebio tener una relación sadomasoquista clandestina con una mujer. Poco después fallece y el tiempo lleva a Eusebio junto a esa mujer para comunicarle la muerte de su amigo. Comienza una relación con ella en la que descubre a una chica dulce muy alejada de la dominatrix que le había presentado su amigo y Eusebio empieza a necesitar conocer los motivos de esta diferencia entre las dos formas de la misma mujer.

     Ya he comentado alguna vez que me gustan los libros difíciles, esos que exploran personas o realidades complejas. Normalmente pensamos que las situaciones difíciles son las que la vida nos va imponiendo, pero en este libro Luisgé nos enseña que los mayores infiernos pueden ser buscados y los peores enemigos, nuestros demonios. Si todos tenemos secretos, una parte oscura, en este libro vemos casi una transformación entre la vida ordinaria y la que tira de nosotros hacia el infierno personal, y eso, tengo que reconocerlo, engancha.

     Utiliza un lenguaje medido, no busca grandes descripciones ni palabras grandilocuentes que lo embellezcan porque no es una historia bonita. Frases cortas, casi medidas, descarnadas incluso, nos van llevando por sus páginas con rapidez, con la necesidad morbosa de quien mira donde hay un grupo de gente reunida para saber si ha ocurrido algo. Y nos lo enseña en esta obra que no es apta para todos los públicos, donde amor y sexo se funden y se separan delante mismo del lector. No es literatura erótica aunque nos enseñe una y otra opción, pero si que encontramos algunas escenas que contribuyen a asfixiarnos con la obsesión de Eusebio. Porque, si algo me dejó, es el desasosiego de ver como la necesidad de saber, de buscar esos secretos bajo la excusa de "querer saberlo todo" puede convertirse en una obsesión destructiva. El autor coge esa máxima de querer compartir todo con la persona amada, de la relación totalmente sincera en la que no hay secretos y que siempre se nos presenta de forma idílica, y nos la pone delante en su opción menos poética. Nos convierte en testigos de una relación que parece no ser suficiente, una relación pausada y dulce en la que uno de sus protagonistas sabe que hay algo más, la persona que tiene al lado ha sido otra hasta hace poco y necesita entender el motivo de esa diferencia hasta convertirlo en el eje de sus obsesiones y, con ello, en la piedra que provoca su caída al infierno.

     Hoy traigo un libro que terminé en dos ratos, es prácticamente imposible permanecer impasible ante la historia que nos cuenta y, una vez terminada, te anticipas al placer que supondrá comentarla con más gente que la haya leído porque, de una forma u otra, todos nos sentimos atraídos por estas historias oscuras.

     Gracias

     PD. Hoy termina el sorteo en el muro de Mientrasleo en Facebook. Buscad los números.

jueves, 26 de julio de 2012

Puentes y sombras. Fernando de Cea



     "Dicen que cuando se acerca el momento de la muerte, vemos pasar la película de nuestra vida, en un instante, como si fuera una cinta montada a base de retazos de existencia. Editada de forma lineal, pero avanzando sin pararse en detalles, sólo mostrando algunos de los fotogramas que han marcado nuestro paso por este valle de lágrimas."

     Después de traer ayer Guerra y paz tocaba algo más ligero, al menos en volumen. Y qué mejor que un thriller de esos que te mantienen pegados a sus páginas. Hoy traigo a mi estantería virtual una ópera prima, Puentes y sombras.


     En este libro entramos en la redacción de un pequeño periódico de Sevilla, escaso de personal y ventas. Gracias a sus contactos con la policía se acercará a un caso de asesinato que les involucrará totalmente.

     Esta vez he sido más escueta de lo normal a la hora de hacer un resumen pero considero que así lo merece la historia. Nos sumerge el autor en una crónica palpitante de la ciudad a través del periódico de la mano de dos mujeres. Una, una periodista que encuentra en un contrato de prueba en la prensa una salida para el escaso futuro que se veía en la profesión. La otra es una policía que pone todo su empeño e instinto en la resolución de lo que pueden ser unos crímenes cometidos por un asesino en serie. Ambas están tratadas con la cercanía suficiente como para que las acompañemos tanto personal como profesionalmente deseando verlas salir airosas de las complicaciones que se las presentan. Junto a ellas, de la mano de un reducido círculo se creará una atmósfera que el autor se encarga de ir enmarañando con hilos diferenciados para así dejar pistas al lector, permitiéndole jugar a resolver los asesinatos. Con ritmo rápido vamos descubriendo las historias personales y las relaciones de cada uno de estos personajes y como se van interrelacionando entre ellos.

     Siempre digo que en verano buscamos lecturas que enganchen, evasivas, y este libro es un claro ejemplo. A medida que iba avanzando su lectura olvidaba mirar el reloj buscando la confirmación a mis sospechas. No busca Fernando el final enrevesado, el doble salto mortal realizado por el clásico policía que resuelve todos los interrogantes en un momento de lucidez, sino que vamos recogiendo nombres, personas que nos comienzan contando sus historias aparentemente inconexas, en estratos diferentes, en vidas situadas casi en mundos diferentes para así ir buscando su relación. Con apenas descripciones y destacando la parte personal de cada personaje, toma un pulso narrativo pausado que empujamos palabra a palabra a través de sus páginas. El otro día comentaba que la novela fantástica también se da en nuestro país y hoy tengo que hacer lo propio con el thriller.  En esta novela coral, las pasiones, la venganza, la ambición y el crimen se conjugan sin necesidad de venir del norte para hacer palpitar al lector. Un descubrimiento, un nombre que apunto, el de Fernando de Cea, un libro que me duró dos tardes.

     Y vosotros, ¿cuál es el último libro que se os ha "escurrido" de entre las manos?

     Gracias

     PD: Aprovecho la entrada de hoy para presentaros un lugar al que ir a relajarse. Una taberna en la que la compañía es tremenda y la música inmejorable. Tal vez os sorprenda veros acompañados de algún elfo, pero forma parte de su encanto, las runas de las paredes, la puerta redonda de la entrada al más puro estilo de la Comarca. El propietario, Valaf, es el poseedor del kindle sorteado hace unos días. Supongo que piensa que ha sido afortunado porque le ha tocado cuando, en realidad, los afortunados somos los que conocemos el camino hacia Eärendíl.

miércoles, 25 de julio de 2012

Guerra y paz. Lev Tolstói




     "El salón de Ana Pavlovna comenzaba a llenarse paulatinamente. La alta sociedad de San Petersburgo afluía a él, es decir,las más diversas personas por la edad y por el carácter, pero todas pertenecientes en absoluto al mismo medio: la hija del príncipe Basilio, la bella Elena, que venía en busca de su padre para acompañarlo a la fiesta que se celebraba en la Embajada; lucía un vestido de baile en el que se destacaba el emblema de las damas de honor. Luego, la joven princesa Bolkonskaia, conocida como la mujer más seductora de San Petersburgo, casada el pasado invierno - ahora, a causa de su gravidez, no podía acudir a las grandes recepciones y frecuentaba tan sólo las pequeñas veladas -; el príncipe Hipólito, hijo del príncipe Basilio, acompañado de Mortemart, a quien presentaba; el abate Morio y otros muchos.
     La joven princesa Bolkonskaia había llevado sus labores en un saquito de terciopelo bordado de oro. Su labio superior, muy lindo, con un ligero vello rubio, era corto en comparación con los dientes, pero abríase de una forma encantadora y todavía era más encantador cuando se distendía sobre el labio inferior. Como sucede siempre en las mujeres totalmente atractivas, su solo defecto, el labio demasiado corto y la boca entreabierta, parecía ser la belleza que la caracterizaba."


    Hay obras cuyo nombre abruma, su título casi pareciera aplastarnos bajo el peso de todo lo que se ha dicho sobre ellas. Hay otras en cambio que parecen aplastarnos por si mismas bajo el peso de sus voluminosos ejemplares. Y luego están las terceras, en las que confluyen los dos primeros motivos. Hoy traigo a mi estantería virtual una obra que se puede situar justo en estas últimas, se trata de Guerra y paz.


     Guerra y paz nos cuenta la historia de cuatro familia rusas, entrelazando personajes ficticios caracterizados con la suficiente fuerza como para que dudemos de si han sido reales, y mezclados con otros que si lo han sido. Se desarrolla a lo largo de diez años, de 1.805 a 1.815 durante las guerras napoleónicas, mezclando historias de guerra y bailes de la aristocracia.

     Es difícil explicar que tiene este título en unas pocas líneas teniendo en cuenta las que necesitó el autor para contar su historia. Es una historia de contrapuntos, donde la guerra no es sólo la parte bélica. Elegida con sumo cuidado como un gran conflicto en el que las personas se ven empujados a él o son simples observadores, pero desmitificando las magnificencias de las contiendas, porque también nos cuenta otra "guerra", la de la falta de entendimiento. A la situación, la sociedad y la propia visa. Y como contrapunto la paz, tanto la basada en la armonía entre las personas como la que vislumbramos a través de quienes quedan ajenos a los conflictos y se pasean por salones de baile y fastuosas cenas. Porque eso es lo que llama la atención en este multitudinario libro, los contrastes. Y la sensación de realidad que impregna a todos sus personajes cargados siempre de reflexiones y sentimientos, amores, odios, venganzas, duelos y ligerezas se unen para dar un retrato social de la que entonces fuera una aristocracia aún brillante. Y nuevamente el contraste con una magnífica crónica de la guerra, Napoleón, Austerlitz... nada escapa a la pluma de este consagrado autor.

     Vemos entre sus líneas las propias reflexiones de Tolstói, sus consejos sobre la vida, meditaciones que se entremezclan para hacernos reflexionar a los lectores en una obra para leer a pequeños sorbos. Muchas veces, los grandes títulos, esos que comentaba antes que además van acompañados de un voluminoso número de páginas, nos "asustan", impidiéndonos sumergirnos entre ellas por miedo a aburrirnos o a quedarnos a medio camino entre la primera palabra y el punto final. Nos perdemos así grandes obras de la literatura universal. Hoy me he decidido a recomendar una de ellas, por sus formas, su prosa descriptiva y la acción que en ella se sucede. Porque si algo le queda claro al lector una vez finalizada esta obra es justo eso, que acaba de conocer uno de esos títulos que deberían estar presentes en toda biblioteca. Espero, al menos, haberos hecho dudar sobre darle una oportunidad.

     Y a vosotros, ¿hay títulos que os echan atrás? Decidme uno, a ver si nos sale una lista.

     Gracias

martes, 24 de julio de 2012

El pianista del Gueto de Varsovia. Wladyslaw Szpilman




     "Comencé mi carrera como pianista de guerra en el Café Nowoczesna, que estaba en la calle Nowolipki, en el mismo corazón del gueto de Varsovia. Para la época en que se cerraron las puertas del gueto, en noviembre de 1940, hacía tiempo que mi familia había vendido todo lo que podíamos vender, incluso nuestra más preciada pertenencia doméstica, el piano. La vida, por demás insignificante, me había obligado sin embargo a vencer mi apatía y buscar alguna forma de ganarme el sustento; gracias a Dios, había encontrado una. El trabajo me dejaba poco tiempo para cavilaciones, y la conciencia de que toda mi familia dependía de lo que yo ganara me ayudó a superar poco a poco mi anterior estado de amargura y desesperación."


     Hoy traigo uno de esos libros que casi perecen eclipsados por el éxito de su adaptación cinematográfica. Es difícil competir con la magia del cine y no siempre sabemos que se esconde detrás una gran obra en papel. Cuando me llegó este título recordé la película El pianista, pero por algún motivo no se me ocurrió pensar que se tratase la misma historia... hasta que lo hube comenzado, en mi línea cero intuición. Me encontré con un libro especial, lleno de tristeza pero también de esperanza. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, El pianista del Gueto de Varsovia.

     Este libro autobiográfico nos cuenta la vida del autor que más abajo os relato junto con fragmentos del diario del capitán Hosenfeld que nos relata las impresiones de la ocupación desde el punto de vista de un alemán que no siempre comprende la situación que le toca vivir.

     Szpilman es judío, nace en Sosniwiec, perteneciente al imperio ruso. Estudió música en Berlín y regresó a Varsovia donde se convertiría en un pianista y compositor afamado hasta la invasión de Varsovia en 1939, momento en que una bomba interrumpiría su interpretación del Nocturno en do sostenido de Chopin. Fue trasladado al Gueto de Varsovia y, mientras trabajaba como pianista, ayudó a la resistencia evitando a duras penas ser apresado por los alemanes. No lo consiguió por contra su familia, que fue trasladada en un tren de ganado a un campo de exterminio mientras el proseguía su vida intentando escapar a este fatal destino, adentrándose para ello en la parte aria de la ciudad ayudado por amigos polacos.
     Al final fue descubierto en su escondite por un oficial alemán quien, tras escuchar una interpretación de la Balada n1 de Chopin en un piano desafinado decidió perdonarlo la vida.
     Terminada la ocupación nazi, volvería a la Radio Polaca interpretando el día de su regreso la misma canción que fuera interrumpida por la caída de la bomba. Después de eso, la vida pareció sonreírlo por fin y se pudo dedicar a la interpretación y composición dejando un legado de más de 500 canciones.

     Ya he comentado en alguna ocasión que esta temática me llama la atención, huyo de los libros que buscan el sentimentalismo fácil con protagonistas trazados con ese único fin y me refugio en testimonios. El que hoy os traigo, publicado en 1.946 bajo el título La muerte en la ciudad, fue secuestrado varios años por razones políticas y hoy es considerada una de las obras maestras de la literatura testimonial del momento.

     Lo primero que me sorprendió fue la calidad literaria de lo que no puede denominarse de otro modo que testimonio de crueldad y tristeza, tiene un estilo muy cuidado que nos lleva a acompañar y sufrir los mismos avatares que a su protagonista en nuestra propia piel. No nos habla tampoco de desesperanza, sino todo lo contrario, es un testimonio fiel que nos demuestra que ante una situación límite cualquiera se agarra a la única posibilidad que vea, por pequeña que se nos antoje. Y lo hace de forma amable, tanto que estamos tentados en muchas ocasiones de olvidar que es una crónica real y no un relato de ficción porque, una vez leído el libro, no acierto a pensar cómo pudo ser capaz de plasmar con tanta nitidez la situación que le había tocado, cómo convivió con el horror y la desesperanza de muchos y luchó de las formas más increíbles por sobrevivir y mantenerse.

     Hoy traigo un libro que os recomiendo a todos, una historia tremendamente emotiva cuyo final ya conocemos (o no lo hubiera escrito), pero que nos atrapa como si dependiéramos de cada frase para conocer el destino de su protagonista. Y, por supuesto, el testimonio de una situación que vivieron miles de personas y no todas con el mismo final. Además de ello, la visión del oficial alemán otorga una perspectiva diferente a la que estamos acostumbrados, personaliza así un colectivo que muchos otros se dieron en calificar simplemente como "los malos". Si a estas alturas os fiáis de una lectora, no os lo perdáis; tanto si habéis visto la película, como si no.

     Sabiendo que este es otro tema recurrente, ¿no tenéis a veces la sensación de irrealidad ante este tipo de temas? Yo visité un campo y tengo que decir que la realidad de tenerlo delante superó ampliamente a cualquier historia vista, leída o escuchada.

     Gracias

     PD. Os presento al autor, esta es la canción con la que volvió a la radio, como si esos seis años hubieran sido una simple pausa.

 

lunes, 23 de julio de 2012

Olvidado rey Gudú. Ana María Matute



     "Los hijos del Conde Olar heredaron la extraordinaria fuerza física, los ojos grises, el áspero cabello rojinegro y la humillante cortedad de piernas de su padre"

     Hay títulos que encajan a la perfección en la obra que contienen. El que traigo hoy es uno de ellos. No sólo encaja bien con la obra sino con el género. El género fantástico parece que sólo pertenece a autores norteamericanos, británicos... y también los hay dentro de nuestras fronteras. Por eso hoy me animé con este imprescindible olvidado entre los libros de cualquier estante, casi en la memoria de los lectores. Hoy traigo a mi estantería virtual, Olvidado rey Gudú.

     Hoy os invito a entrar en el condado de Olar que, por medio de la guerra consigue ser reino. Habitado por unos habitantes con un gran parecido a los humanos son ambiciosos, incluso crueles como Sikrosio, heredero del conde Olar que personifica la crueldad, el odio y la ambición propia de muchos gobernantes de la Edad Media. El segundo hijo del conde, Volodioso, es aún peor, puesto que su condición de segundo lo incapacita para la herencia que igualmente ambiciona así que no dudará en provocar una revuelta y una guerra para ganar poder. En el camino dejará a una niña huérfana que, viendo perecer a su familia de mano de Volodioso, no dudará en planear una venganza, aunque para llevarla a cabo tengan que pasar años. Conseguirá así tener un hijo con el terrible gobernante, Gudú, y a través de este intentará arrebatar el trono a la familia.

     Ahora que parece que todas las historias fantásticas inventadas en el medievo tienen tronos hechos con espadas y misteriosas mujeres que conviven con dragones, me parece un momento perfecto para rescatar esta obra. Se desarrolla en un reino olvidado, posiblemente en algún punto de Europa en plena Edad Media, y entre magia y realidad y trasgos  habitantes, hay una pugna por el poder. Aunque esta vez no necesitemos saber lo que miden sus personajes ni sus hazañas completas. Matute no nos dirige de la mano por esta historia coral, nos da retazos, sentimientos, pasiones, venganzas que nos hacen pensar y dirigir nosotros mismos nuestros intereses hacia los personajes. La magia del libro es que su fantasía se nos antoja real y no podemos evitar la duda, casi la confusión, sobre la posibilidad de estar ante una buena novela histórica. Nos vemos atrapados en esta vorágine de sentimientos y sensaciones que dirigen la forma de afrontar sus destinos en los personajes y caemos en la tentación de vivirlas con ellos, y ahí la atmósfera cambia y nos engulle en una historia cruel, triste a su modo, que nos seguirá acompañando mucho tiempo si no tenemos cuidado y dejamos que nos atraiga demasiado.
     A mi me pasó, y acabé peleando y sufriendo los daños colaterales propios de la novela que atrapa. Una lectura propia de la mejor novela fantástica que bien podría aparecer en esas listas que a todo el mundo le gusta hacer de grandes títulos por género. No tengo duda de que la volveré a leer en algún momento. Con calma, solo para saborear los detalles.

     Y a vosotros, ¿os gustan las novelas fantásticas de reinos olvidados?

     Gracias

sábado, 21 de julio de 2012

Entrevista a Félix G. Modroño

     Félix G. Modroño, o Félix González Modroño nace en Vizcaya, donde pasa su infancia y adolescencia hasta que le llegó el momento de trasladarse a Salamanca para cursas sus estudios y licenciarse en Derecho. Este director bancario aficionado a la fotografía y las letras que lleva años acercándose a muchos lectores a través de Historias y fotografías desembarcó con las aventuras de Zúñiga en las librerías hace unos años. Hoy acercamos un poco más a este autor que se haya inmerso en la promoción de su última novela.


     - ¿Cómo pasa de los números a las artes, la fotografía, la literatura…. En qué momento empieza a sentir el “gusanillo de las letras?
     - La fotografía y, especialmente, la literatura constituyen mi modo de evadirme de los problemas financieros con los que me enfrento a diario. Pero fue un accidente en 2006, que me mantuvo postrado dos meses, lo que me hizo darme cuenta que había vida más allá de la rutina. Perdí un ojo, pero me convertí en escritor.
     - Tercer novela, ¿empieza ya a considerarse un poco más veterano o siguen los mismos nervios ante ventas y presentaciones?
     - Al principio, me infundía mucho respeto hablar en público y tenía que leer mis discursos. Ahora estoy más acostumbrado. Pero a lo que no se acostumbra uno nunca, supongo, es a descubrir la reacción del público ante tu última novela. Y es que, por desgracia, el modo de publicar de próxima novela lo deciden las ventas de la anterior.
     -  La ciudad de los ojos grises trasciende el papel para atrapar al lector en una sensación nostálgica que hace que tenga un tono personal. ¿qué hay del autor en esta novela?
     - Es mi novela más personal. Y aunque no me identifico plenamente con el personaje de Alfredo, en él he vertido parte de mis miedos, de mis emociones, de mis pensamientos… Quizás el secreto de la novela sea que contiene pinceladas  o, por usar una metáfora más apropiada,  flores de ese jardín secreto que todos albergamos en nuestro interior.
     - Bilbao comparte protagonismo, su historia, sus gentes, su desarrollo... años importantes, de cambio que han tenido que llevar una exhaustiva documentación, ¿cúanto ha tardado en escribir la novela?
     - Depende de lo que entendamos por documentación. Me ha llevado un año la investigación entre casi un centenar de libros y otro año escribir la historia. Aunque para contar esta historia en el tono en el que la he escrito, hay que haber vivido. Por eso, digo que me ha llevado escribirla dos años y una vida.
     - Y si pregunto por Bilbao, tengo que hacerlo también por ese París bohemio al pie de la Primera Guerra mundial, esa visión romántica de sus calles que una ve más trasciende las letras, ¿por qué ese momento precisamente?
     - Si hubiera podido elegir una época y una ciudad para vivir, sin duda, me quedaría con el París de la Belle Époque. Pasaron tantas cosas cultural y socialmente hablando que hubiera sido una delicia estar presente. Por eso, de alguna manera, yo he querido estar a través de esta novela. Por las noches, ante mi ordenador, me colaba en las tertulias de los poetas, cenaba en un bistró de Montmartre o presenciaba cómo Modigliani pintaba a Beatrice Hastings desnuda.
     - Y no sólo se basa en los grandes sucesos sino, sobre todo en los pequeños detalles, las pequeñas historias y hacerlo sin grietas, ¿comienza con una guía sus historias?
     - Vaya, ¿queriendo saber secretos de escritor? (Es broma)  Lo cierto es que hago un esquema de unos tres folios con las cosas que tienen que ir pasando. Y antes de emprender cada “minicapítulo” reviso la documentación que tengo previamente archivada. Soy bastante metódico, supongo. Lo que no está en ningún archivo de Word son las emociones que se van derramando a lo largo de la novela.
     - Como todo el mundo sabe no me gustan las etiquetas, por eso prefiero pedírselas a los autores. Novela histórica, negra... ¿dónde la colocaría usted?
     - Las etiquetas las ponen los periodistas o los libreros para saber en qué estantería colocar un libro. Pero ya que me obliga, le diré que La ciudad de los ojos grises es una mezcla de géneros para, supongo, finalmente no ser catalogada en ninguno.
     -  ¿Tiene algo pensado para su próxima novela?, ¿volveremos a ver a Zúñiga?
     - El doctor Zúñiga y yo hemos pasado tantas noches juntos que no me gustaría dejarle, por aquello de la fidelidad y la gratitud. Tengo pensadas nuevas historias para él, que me gustaría escribir. De todos modos, se acaba de presentar una antología de relatos titulada Sospechosos habituales: tras la pista de la nueva novela policíaca española, en la que he tenido el privilegio de participar con una pequeña e inédita aventura del doctor Zúñiga.
     - ¿Qué le recomendaría a los que están empezando ahora?
     - Disciplina a la hora de escribir y paciencia a la hora de publicar. Hoy en día, hay muchos medios para darse a conocer y soy de los que creen que, al final, una buena novela siempre tendrá lectores.
     - Y, por último como siempre mi lado curioso. ¿Qué está leyendo ahora?
     - Siempre suelo tener varias lecturas abiertas. Ahora estoy leyendo Las voces del laberinto de Ricard Ruiz y Pío Baroja y su tiempo de Sebastián Juan Arbó. Cuando no estoy en período de escribir, stricto sensu, también leo novela. En estos días ando con El mundo se acaba todos los días de Fernando Marías.

      - Muchas gracias por responder a mis preguntas y por su amabilidad. La verdad que ha sido más que un placer conocer al autor de en un lugar que bien hubiera podido ser una página de su libro.
     - El placer ha sido todo mío. Son esas pequeñas casualidades las que aderezan nuestra existencia. Y disculpas por la matización: no hubiera podido ser una página del libro, sino que es exactamente el lugar donde Alfredo esperó en vano el beso de Izarbe antes de despedirse. Pero esa es otra historia… la de La ciudad de los ojos grises.

     Y, como os digo cada día, muchas gracias a todos vosotros por pasar por aquí y compartir vuestras impresiones y gustos con todos nosotros.

     Bibliografía
     - Villalpando, paisajes y rincones (libro de fotografía)
     - Paisajes (colaboración)
     - La sangre de los crucificados (Fernando Zúñiga I)
     - Muerte dulce (Fernando Zúñiga II)
     - La ciudad de los ojos grises
     - Sospechosos habituales: tras la pista de la nueva novela negra española (colaboración)

viernes, 20 de julio de 2012

La ciudad de los ojos grises. Félix G. Modroño



     "Alfredo se enteró de la muerte de la mujer que amaba, leyendo el periódico. A pesar de que la guerra hubiese interrumpido las clases en París, el profesor de arquitectura seguía acudiendo al café de la plaza de Saint Germain des Prés, como cada mañana durante los dos últimos años. Los mismos que llevaba sin regresar a Bilbao. Una trinchera invisible, horadada por sus propios fantasmas alrededor de su corazón, se lo impedía."

     Hay lugares en los que nos sentimos bien, que conocemos sus características y reconocemos a quienes también las han vivido. En mi caso, cuando vi el título que traigo hoy, no pude hacer otra cosa que sonreír pensando en los característicos cielos del norte de un gris claro; con un resol oculto entre las nubes que no le permiten ser luminoso, y unas nubes que traslucen el sol para no resultar amenazantes. Me apreció un hermoso título, y una bella comparación la que implicaba; vista además la portada, resulta casi irresistible. Hoy traigo a mi estantería virtual, La ciudad de los ojos grises.


     Conocemos a Alfredo Gastiasoro en París, donde descubre que su primer amor, ese que nunca se olvida aunque nos separe tiempo y distancia, ha muerto en su ciudad natal, Bilbao. Decide entonces viajar allí para despedirse y reencontrarse al mismo tiempo con todo lo que dejó atrás, descubrir los cambios y lo que permanece y reencontrarse con viejos fantasmas. Sin embargo, lo que no espera encontrar es la posibilidad de que Izarbe haya sido asesinada.

     Una vez más me encuentro con  un libro inclasificable en un único género. Una obra nostálgica en sus tonos, casi románticos como esas gotas que se clavan como puñales en la ría de Bilbao, en la que la ciudad toma protagonismo junto con las personas que la habitan. De hecho, la documentación que pasa por momentos anecdóticos es impecable, consiguiendo trasladarnos a las calles de la ciudad. No trata el autor de que conozcamos la ciudad calle por calle sino que nos marca el pulso con pequeñas historias que salpican el testimonio de su protagonista. Tal vez por eso nos suena nostálgico al leerlo. Porque apenas comenzamos el libro, tenemos la firme convicción de conocer a Alfredo tanto como su creador. Y por eso lo acompañamos en silencio, página tras página, a través de sus recuerdos. Esos que le llevaron y le separaron de Izarbe y que ahora lo impulsan a esclarecer su muerte en una historia que mezcla especulaciones, espías y amores.

     Escoge para su historia un momento de cambio, la ciudad crece en pocos años hasta empezar a convertirse en la urbe que es hoy. Europa también cambia, hay un conflicto a las puertas, y los artistas buscan su lugar en París. Porque París también aparece con sus calles y estudios y con alguna escena memorable tanto en la historia personal del protagonista como en la de la propia ciudad. Pero no por ambientar su obra deja de lado a unos personajes sólidos, contados según los ve el propio Alfredo que es quien se desnuda para el lector. Vamos viendo sus principios y obsesiones y también, por qué no, sus fantasmas que van resucitando despertando por la muerte de la mujer cuyos ojos le recordarían siempre el cielo de su ciudad natal. Tanto es así, que nos importa su historia tanto como el misterio que intenta resolver. El motivo de su "huída", de su tristeza, pasa a ser importante para el lector que se ve enredado en una trama familiar, con espías, asesinatos y corrupción narrada con un ritmo pausado que nos deja tomar aire mientras nuestros ya amigos comen en algún restaurante típico.

     Un libro, en definitiva, que se nos escapa entre los dedos en apenas dos tardes de verano. Casi cuatrocientas páginas que dejan un regusto amable al lector.

     Gracias

jueves, 19 de julio de 2012

La muerte llega a Pemberley. P. D. James


     " Las vecinas de Meryton, por lo general, coincidían en que el señor y la señora Bennet de Longbourn habían sido muy afortunados casando a cuatro de sus cinco hijas. Meryton, localidad pequeña que vive de su mercado, no figura en la ruta de ningún viaje de placer, pues carece de belleza, ubicación escenográfica o historia que la distinga, y su única casa digna de mención, Netherfield Park, si bien imponente, no aparece en los libros que recogen las muestras más notables de la arquitectura comarcal."

     Siguiendo con la semana de recomendaciones veraniegas hoy traigo un libro que miré con cierto recelo en un principio. Muchas veces hemos visto remakes de películas que nos han decepcionado, segundas partes de libros como El ocho o Los pilares de la tierra, que no llegaron a la altura de sus encumbrados predecesores y, más recientemente, las versiones monstruosas de los grandes clásicos. Así que cuando ví que aparecía este libro no pude por menos que llevarme las manos a la cabeza y pensar, ¿otro intento más de seguir la estela? Sin embargo, su autora no lo necesita, ya tiene un nombre conocido... así que me lo pensé un par de veces y lo acabé comprando. Es por eso que hoy traigo a mi estantería virtual, La muerte llega a Pemberley.


     Retomando Orgullo y prejuicio estamos en Pemberley, lugar de residencia de Elizabeth y Darcy. Retomamos la historia de estas hermanas y sus bodas, tranquilas en el caso de la hermana mayor, tormentosas en el caso de Lydia y en armonía en el de nuestros protagonistas. Se está preparando un baile cuando la hermana pequeña irrumpe en la casa afirmando que han matado a su marido, así que se organiza una partida para salir en su busca encontrándolo vivo... junto a un cadáver.

     En este caso, como ya digo, no creo que su autora haya intentado conseguir ventas a través de la estela de Jane Austen puesto que ya tiene suficiente renombre ella. Además, para ser justos, tengo que decir que es harto difícil continuar una historia tan conocida y tener éxito, puesto que ya la tenemos todos en la cabeza con sus rasgos y características, incluso con nuestras ideas sobre como podría continuar. Esta mujer que sobrepasa la novena década, se atrevió con Austen para traernos una historia diferente.

     Consigue una fusión equilibrada entre la forma de tratar a la clase burguesa de Austen y el tono irónico sin llegar a la mordacidad a que nos tiene acostumbrado James. Aparecen nuevos personajes en escena encajando a la perfección en el universo conocido y al que nos lleva de la mano a través de un vertiginoso resumen destinado a quienes ya leyeron Orgullo y prejuicio. A partir de ahí orquesta una trama de intrigas que giran en torno a un asesinato y una desavenencia familiar que ya conocíamos de mano de la autora original. Y sin embargo he echado algo a faltar en este libro. Cuando uno parte de personajes ya inventados muchas veces se olvida de darles profundidad. Puede que ya conozcamos a Elizabeth, Darcy y compañía, pero nos gusta leer sus gestos y pensamientos como si fuera la primera vez, ver en qué han madurado y como es su evolución por encima de lo que ya sabíamos sin tener que remitirnos a su anterior obra. Esa es la parte que he echado en falta, las descripciones, los pensamientos, las situaciones cotidianas que esquiva porque "no tienen tiempo apenas de verse".

     No pretendo decir con ello que la obra no merezca la pena. Tengo que reconocer que me la terminé en un suspiro. Es una lectura fácil, perfecta para unas vacaciones, en la que la autora nos conduce de la mano por una historia con desenlace sorprendente y bien razonado. viejos conocidos, viejos escenarios y un crimen y la amenaza de un veredicto de culpabilidad. Realmente poco más se puede pedir a una obra que, bajo mi punto de vista, ha sido concebida para entretener al lector. Y ese punto lo consigue a la perfección. Sin embargo, comparar una y otra sería del todo injusto para ambas, aunque por motivos diferentes.

     Y vosotros, ¿también desconfiáis de los libros que aluden directamente a obras ya encumbradas?

     Gracias

miércoles, 18 de julio de 2012

La conjura de Cortés. Trilogía Martín Ojo de Plata. Matilde Asensi



     "Tenía oído que algunos decían que el amor era todo regocijo, alegría y contento, mas, aquella noche, sentada en la playa, hubiera yo querido tener ante mí a aquellos sabios parlanchines para hacerles sentir con el filo de mi espada el regocijo, la alegría y el contento que ocasionaba el terrible dolor del amor. Era peor que una enfermedad, me decía atormentada, peor que una llaga corrompida. Era como beber ponzoña y tragar agujas."

     Muchas veces me habéis visto hablar de las sagas, que me engancho y no terminan de salir sus últimos volúmenes. Hoy traigo un libro que cierra una trilogía que comenzaba allá por 2.007, se trata de la Trilogía de Martín Ojo de Plata, unos libros que me ha gustado descubrir y que he podido finalmente cerrar su historia. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, La conjura de Cortés.


     Para hablar de este libro hay que situarse en la historia. En el primer volumen conocemos a Catalina Solis, una joven española que embarca desde el Nuevo Mundo a España para unirse al hombre con el que se casa por poderes. Durante el camino unos piratas Abordan el barco de forma violenta, pero ella logra sobrevivir, primero en una isla y luego al ser acogida por el maestre de un barco que la presenta como a su hijo, Martín. En el segundo volumen Catalina ve como detienen a su padre adoptivo por culpa de una poderosa familia, los Curvo. Localiza el lugar en el que su padre está preso y, antes de morir este, le jura vengarse, haciéndose pasar para ello por una viuda rica.
     En este tercer libro Catalina vuelve a tomar su alias, Martín Nevares, y junto a su tripulación se dispone a rescatar una fortuna en plata. La vemos enamorada de Alfonso, quien es apresado en una emboscada que comenzará las aventuras de esta valiente mujer. Descubrirá nuevas conjuras al más alto nivel, traidores, viejos enemigos y un mapa de Hernán Cortés que será clave en su aventura.

     Parece que con el calor me ha dado en reseñar libros cuya acción está íntimamente ligada a la mar. En este caso estamos en pleno Siglo de Oro español, enfocado desde el nuevo Mundo, una novedad. Se trata además de una trilogía cuyo personaje principal tiene muchísima fuerza. Hemos ido viendo su desarrollo y crecimiento y ahora se une a ello el amor, que siempre desestabiliza a las personas de temperamento fuerte.

     Si hay que destacar algo del libro además de su tremenda documentación es lo trepidante de la historia. Ya venía siendo una seña de esta trilogía, la intensidad en aumento, intrigas y venganzas, se entrelazaban en la vida de esta mujer que perdió un ojo y en este último volumen la autora no decepciona a quienes esperábamos que continuara la estela del segundo volumen. Estamos pues ante una novela histórica que no nos llena de detalles dando así fluidez a un texto que se ha encargado su autora de no complicar al lector para  que rápidamente se vea inmerso en una de las épocas más interesantes de la novela histórica. Y no es este un terreno nuevo para Matilde y así nos lo demuestra incluyendo el amor y las pasiones humanas a un libro suyas páginas iban cayendo a un ritmo imparable deseosa como estaba de conocer el final de la historia. Un final que no deja lugar a dudas de que nos encontramos ante una trilogía que merece la pena leer.

     Suelo decir que no perdono que un libro tenga un mal final por mucho que me haya ido gustando su lectura hasta llegar a esa última parte, por eso señalo el final de este volumen como un ejemplo de la forma adecuada de dejar satisfecho a un lector. Si tuviera que apostar, diría que Matilde Asensi es uno de los nombres fuertes para las ventas de este verano. El libro, desde luego, así lo merece.

     Y vosotros, ¿sois capaces de perdonarle a una gran historia un final mediocre u os pasa como a mí y os marca ya la lectura completa?

     Gracias

     Trilogía Martín Ojo de plata:
     - Tierra firme
     - Venganza en Sevilla
     - La conjura de Cortés

martes, 17 de julio de 2012

El secreto sumergido. Cristian Perfumo



     "La primera vez que Marcelo Rosales oyó hablar de la corbeta Swift no sabía que por ella había muerto gente, ni que aún quedaba alguien más por morir, Tampoco se sentía la nariz.
     - Buenos días, alumnos- dijo el profesor Garecca
     Todavía estaba oscuro cuando Marcelo y el resto de los estudiantes de quinto año, el último de la secundaria, se enfrentaron a la primera clase después de las vacaciones de invierno. Aquel lunes de julio se anunciaba uno de los días más fríos de 1.981 en plena Patagonia argentina."

     Ahora que tenemos el verano encima y estamos un poco más relajados es inevitable buscar lecturas amenas, fluídas, de esas que si fuéramos adolescentes diríamos de aventuras y viajes en globo. Lo bueno de la literatura es que no tiene edad y se renueva constantemente con nombres y temas, y hoy traigo una muestra de ello. Hoy traigo a mi estantería virtual una novela de aventuras para acompañar las vacaciones, se trata de El secreto sumergido.

     Conocemos a Marcelo Rosales, un joven que vive en Puerto Deseado, Argentina. Siempre ha sido aficionado a las aventuras y al mar y, cuando un día oye hablar de un barco hundido, se siente irremediablemente atraído por la historia. Conoce así a un vecino del pueblo que le muestra unas cintas y le cuenta la historia del Swift, hundido en el mismo Puerto Deseado captando todo el interés del joven. Sin embargo, este hombre aparecerá asesinado y las cintas que sólo conocía Marcelo han desaparecido.

     A finales del siglo XVIII hubo una pugna naval por apoderarse de las rutas marítimas. En este momento muchos barcos fueron hundidos, se han encontrado restos de algunos, custodiados por el mar durante décadas, y es seguro que quedan otros tantos por encontrar que reposan aletargados en sus lechos marinos esperando que alguien acuda a despertar sus recuerdos. Cuento esto porque el libro, además de tener una ambientación sólida, mezcla realidad y ficción en la dosis justa para enganchar al lector en una historia de aventuras. La corbeta de la que nos habla existió y fue hundida justo donde nos dicen, incluso el protagonista de la novela tiene una gran dosis de realidad, haciendo gala así su autor de una labor de documentación muy completa.

     Consigue Cristian que seamos partícipes de una historia que va más allá de la aventura combinando la intriga, casi el thriller con la historia de la Swift. La práctica del submarinismo, vital en este libro, hace que participemos en primer lugar del vínculo entre los amigos y posteriormente de toda la práctica ya que nos salpica la historia con detalles técnicos que, lejos de aburrir, aportan si cabe aún más realismo. Una historia en la que también vemos amistad y superación entre sus personajes. Hoy traigo, en definitiva, una novela de aventuras que es mucho más que una simple novela de aventuras, os invito a descubrirla.

     Personalmente el verano siempre me pareció el tiempo más propicio para buscar tesoros, ¿o soy la única que soñó una y mil veces con encontrar uno?

     Gracias

PD. No me he olvidado, este es el resultado del sorteo corregida la lista.

Sorteo lector corregido
Enhorabuena!!!!! y muchísimas gracias por haberos apuntado.

   

lunes, 16 de julio de 2012

Miau. Benito Pérez Galdós




     "- Pero abuelito, parece que eres tonto. ¿Por qué estás pidiendo y pidiendo a esos tíos de los ministerios, que son unos cualesquiera y no hacen caso? Pídeselo a Dios, ve a la iglesia, reza mucho, y verás como Dios te da el destino.
     Todos se echaron a reír; pero en el ánimo de Villaamil hizo efecto muy distinto la salida del inspirado niño. Por poco se le saltan al buen viejo las lágrimas, y dando un golpe en la mesa con el cabo del tenedor decía:
     - Ese demonches de chiquillo sabe más que todos nosotros y que el mundo entero."

     Hoy traigo un libro que por su título lleva a engaño. No es otro que el mote de las mujeres de la familia que lo protagonizan. Si me he decidido a desenterrar este título del baúl de los recuerdos es porque su temática nos dice que la historia que cuenta es la de muchos. Cuando nos referimos a libros clásicos pareciera que sus temas nos quedan ajenos, lejanos, y muchas veces al abrirlos descubrimos que no es así. Hoy traigo a mi estantería virtual, Miau.


     Miau nos cuenta la historia de una familia, la Villaamil. Nos presenta a Luis Cadalso, un niño solitario con su visión particular de la vida y unas visiones que lo acompañan; Ramón Villaamil, abuelo del niño, un funcionario cesante que necesita trabajar dos meses más para asegurarse su pensión y no tener que pedir dinero prestado a amigos; y las Miau, abuela y tías del niño que se empeñan en vivir aparentando que todo sigue estupendamente en su casa. En su vida aparecerá un hombre llamado Víctor que parece tener una solución a sus problemas.

     Este es uno de los títulos más conmovedores de Pérez Galdós. Dividido en capítulos cortos vamos siguiendo a Ramón a través de la España entrepartidos que provocaba que muchos fueran funcionarios cesantes a la espera de noticias. Logra exponer a la perfección el optimismo inicial a la espera de encontrar una solución a su situación y como no ver salida va minando a este hombre, se ve oprimido económicamente hasta tocar la pobreza, tiene que intentar acomodarse a la nueva realidad que le toca vivir y ha de hacerlo sin que nadie fuera de su casa lo note presionado por su propia familia que malgasta el poco dinero que les queda en aparentar y ni siquiera le permiten vender un mueble sólo porque pertenece a la sala donde reciben las visitas. Lo acompañamos por un amargo camino que nos emociona una y otra vez al asistir impotentes a su angustia.
     No es el único personaje a resaltar, la inocencia del niño, el egoísmo y la crueldad de sus compañeros nos resultan estremecedores o conmovedores a partes iguales al verlos reaccionar ante situaciones serias con ojos infantiles. Y Víctor, que utilizando una apariencia y un lenguaje pomposo encarna el engaño, el aprovechado que siempre hay riesgo de encontrarse cuando uno está necesitado de aferrarse a cualquier esperanza. Todos ellos, a través de la brillante pluma del autor se nos desnudan a través de descripciones físicas y, sobre todo, de sus actos y reflexiones, obteniendo una visión de conjunto tanto de su situación como del contexto histórico en que se desarrolla la obra.
 
     Como decía al comienzo de la entrada de hoy, es fácil aceptar la creencia de que los títulos clásicos nos pueden quedar desfasados, pero al leerlos nos encontramos situaciones que hoy en día se están dando en muchos hogares. Tal vez no medirán las apariencias en los trajes que se lleven a las óperas, pero si que conocen la desesperación de quien pierde el sustento que llevar a casa. Precisamente por eso, esta obra conmovedora se torna más aún, ganando fuerza en sus perfiles para el lector que no puede evitar sonreír y entristecerse con la lectura. Un lenguaje adaptado perfectamente a cada uno de los perfiles y un final que podría considerarse un broche de oro terminan de conformar este título de una de las grandes figuras de la literatura española que, como sucede muchas veces con los clásicos, se ha quedado para muchos en un nombre y una pequeña biografía que estudiar en las clases de literatura.

     Hoy traigo uno de esos títulos que considero imprescindibles en toda biblioteca y que, si no habéis descubierto aún al autor, os recomendaría como toma de contacto. De hecho, empezar con sus archiconocidos Episodios Nacionales sería del todo contraproducente tanto por su densidad como por su extensión. En todo caso, decidáis el título que decidáis, no dejéis de echar un ojo a las letras de Benito Pérez Galdós, encontraréis personajes que no dejan indiferente y una forma de escribir muy especial, con un narrador diferenciado del autor y unos diálogos salpicados de pequeñas aclaraciones que hacen que al cerrar el libro, nos resuene el eco de las palabras de nuestros nuevos amigos. Pero, sobre todo, si tuviera que describirlo con unas pocas palabras, diría que es un libro que hace sentir.

     Y vosotros, ¿os animáis alguna vez con estos clásicos o quedaron en las listas de autores escolares?

     Gracias

     PD. Mañana se publicará el resultado del sorteo, ¿Ya tenéis los dedos cruzados?

sábado, 14 de julio de 2012

Entrevista con Antonio Muñoz Molina.

     La entrevista que os traigo hoy es especial para mí. Acercarme a este autor con un palmarés tan impresionante y con unos títulos que me han marcado en su lectura ha sido toda una experiencia que le tengo que agradecer por su amabilidad y cercanía.  Este hombre nace en 1956, es miembro de la RAE y está considerado uno de los mejores novelistas de nuestro país. Sus comienzos literarios fueron con Beatus Ille, aunque muchos de nosotros pensamos que fue Invierno en Lisboa, publicado un año después y con el que conseguiría el Premio de la Crítica. A partir de ahí nos llega Beltenebros, una obra con tintes negros que se vió parcialmente eclipsada por su Premio Planeta en el mismo año (1989) por El jinete polaco. Muchos otros premios se suman a estos, como El Quijote de las letras Españolas, el Premio Nacional de Narrativa, el Crisol... estamos, pues, ante un hombre cuyo nombre se escribe en grandes letras dentro del panorama literario actual.

     - ¿Cómo comienzas a escribir?
     - Desde niño me gustaba. Inventaba cuentos para contárselos a mis amigos y les decía que los había leído. Luego me puse a escribirlos. Y después vinieron los poemas, los diarios, etc. No he dejado de escribir nunca.
     - ¿Qué les recomendarías a quienes están empezando?
     - Escribir mucho, leer mucho, fijarse mucho, estudiar al menos un idioma extranjero.
     - ¿Nos podrías hablar de tu experiencia en el Instituto Cervantes?
     - Interesante pero agotadora. El Cervantes tiene grandes aspiraciones y también grandes posibilidades, pero unos medios muy limitados. Le dediqué dos años enteros, que era a lo que me había comprometido.
     - Y luego El jinete polaco, ¿cómo viviste el Premio Planeta?
     - Con una gran sensación de irrealidad, cuando me vi avanzando entre una multitud y cegado por los flashes de los fotógrafos. Luego vino una gira agotadora, y por fin la novela se quedó en lo que era y sigue siendo al cabo de los años: una novela.
     - Primero premiado y ahora jurado en muchos premios importantes, ¿qué se siente al otro lado?
     - Hace años que no participo en ningún jurado. No es algo que me guste en particular. Es muy difícil juzgar el trabajo de otros, siendo escritor.
     - Yo tengo un libro tuyo de cabecera, como ya sabes, Plenilunio, y siempre me he preguntado si te resultó duro escribir un libro así, sin nombres pero con grandes temas y cómo fue el proceso de creación de esa historia.
     - Fue un proceso muy lento. Me impresionó mucho el crimen en el que se basa la primera parte, que sucedió en Granada, donde yo vivía entonces, en 1.987. Después seguí el juicio con atención, dos años después, y me llamó mucho la atención la cara de inocencia y bondad del acusado. Pero la novela tardé casi diez años en empezar a escribirla, además de unas circunstancias vitales muy difíciles para mí. algunos capítulos le pedía a Elvira que me los corrigiera ella, para no tener que leerlos de nuevo.
     - Dicen que con La noche de los tiempos ha vuelto el gran Muñoz Molina, lo cierto es que es un tema complicado meterte en la Guerra Civil, ¿qué descubrimos en este libro?
     - Una tentativa de imaginar cómo era de verdad vivir en aquel tiempo para las personas no fanatizadas. Pero una novela siempre es esa tentativa: imaginar cómo viven o han vivido otros.
      - Es un libro pausado y extenso, ¿te pareció en algún momento demasiado extenso?. Ahora que la mayor parte de las novelas que se publican tienen una extensión casi medida, pocos se atreven con un libro de la envergadura de La noche de los tiempos.
     - Los novelones históricos y de fantasía policial, como los de Dan Brown, son muy gordos, ¿no?. Uno empieza una novela y no sabe qué longitud tendrá. Necesité todas estas páginas para contar lo que iba descubriendo que quería decir mientras escribía. 
     - Esta pregunta reconozco que no es literaria, pero no puedo evitar preguntarte cómo viviste el 11-S, tuvo que ser un momento muy difícil.
     - Fue muy raro, sobre todo. Es muy raro vivir en medio de una situación inimaginable. Lo expliqué con detalle en mi libro Ventanas de Manhattan.
     - Si tuviera que destacar algo, diría que eres una persona muy cercana a tus lectores, unas ventas impresionantes, premios... y aún así, se te siente cercano, eso es algo que no se puede decir de cualquiera y te doy las gracias por ello. Muchos somos los que te seguimos, ¿cómo surge Escrito en un instante?
     - Gracias por esa percepción. Escrito en un instante surgió hace dos años justos como un experimento a ver cómo sale escribir todos los días sobre la propia vida, sobre lo que uno ve o piensa o lee. La respuesta de los lectores es muy buena, y yo disfruto haciéndolo.
     - Aprovechándome un poco más... ¿Tienes algo entre manos ahora mismo? (y lo pregunto cruzando los dedos para que la respuesta sea "si")
     - Tengo entre manos varios proyectos, alguno de los cuales no cuajará, supongo. Pero estoy en la primera fase de una novela que si acaba existiendo transcurrirá entre Granada y Nueva York, entre los primeros años ochenta y 2001.
     - Y por último me gustaría saber qué libro estás leyendo ahora mismo.
     - Ahora mismo estoy leyendo una biografía de James Joyce y La cartuja de Parma.
     - Muchas gracias Antonio, por responder con tanta amabilidad a mis preguntas. Ha sido un auténtico placer.
     - Un abrazo.




     Bibliografía:
     - El Robinson humano                         - El dueño del secreto
     - Diario del Nautilus                             - Ardor guerrero
     - Beatus ille                                           - Las apariencias
     - El invierno en Lisboa                         - La huerta del Edén.
     - Las otras vidas                                   - Destierro y destiempo de Max Aub
     - Beltenebros                                        - Plenilunio
     - Córdoba de los Omeyas                    - Escrito en un instante
     - El jinete polaco                                  - Pura alegría
     - Los misterios de Madrid                   - La colina de los sacrificios
     - La verdad de la ficción                      - La huella de unas palabras
     - Nada del otro mundo                       - Carlota Fainberg
     - La realidad de la ficción                    - En ausencia de Blanca
     - Unas gafas de Pla                              - La vida por delante
     - Sefarad                                              - La poseía
     - Ventanas de Manhattan                   - Días de diario
     - El viento de la luna                           - La noche de los tiempos 
    

     Quede mi agradecimiento al autor y, como no, a todos vosotros por pasar, leer y comentar Y a quienes me ayudaron con sus dudas respecto a este autor. 
PD: El lunes sacaré el resultado del sorteo, suerte a todos!

viernes, 13 de julio de 2012

La noche de los tiempos. Antonio Muñoz Molina


     "En medio del tumulto de la estación de Pennsylvania Ignacio Abel se ha detenido al oír que alguien lo llamaba por su nombre. Lo veo primer de lejos, entre la multitud de la hora punta, una figura masculina idéntica a las demás, como en una fotografía de encones, empequeñecidas por la escala inmensa de la arquitectura: abrigos ligeros, gabardinas, sombreros; sombreros de mujer con la visera ladeada y pequeñas plumas laterales; gorras de visera rojas de cargadores de equipajes y empleados del ferrocarril; caras borrosas en la distancia; abrigos abiertos con faldones echados hacia atrás por la energía de las caminatas; corrientes humanas que se entrecruzan sin chocar nunca entre sí, cada hombre y cada mujer una figura muy semejante a las otras y sin embargo dotada de una identidad tan indudable como la trayectoria única que sigue en busca de un destino preciso: flechas de dirección, pizarras con nombres de lugares y horas de salida y llegada, escaleras metálicas que resuenan y tiemblan bajo un galope de pisadas, relojes colgados de los arcos de hierro o coronando indicadores verticales con grandes hojas de calendario que permiten ver desde lejos la fecha del día."    

     Descubrí a Antonio Muñoz Molina de la mano de Plenilunio, uno de los libros que tengo en la cabecera y al que profeso un cariño especial. A partir de ahí me hice lectora fiel del autor y he seguido sus historias, siempre complicadas, siempre satisfactorias, y que recojo de la librería con el placer anticipado de quien sabe va a degustar un plato que le gusta. Hoy traigo al blog un libro con el que el autor recupera el tono que tanto nos gusta a sus incondicionales. Traigo a mi estantería virtual, La noche de los tiempos.


     Conocemos a Ignacio Abel, un hombre que realiza un viaje en 1936. Un viaje que le lleva de España a Pennsylvania, dejando atrás una familia, un país con frentes abiertos que dejan incomunicadas a personas y un montón de recuerdos. En ese viaje conoceremos mejor a Ignacio, así como la vida en un país a punto de sufrir un conflicto bélico y a su gran amor.

     Esta aparatosa novela no trata de guerras y héroes sino que nos presenta a uno de los personajes que mas cerca he sentido del autor. Ignacio es una persona corriente, solo que le ha ido un poco mejor en la vida y ha logrado progresar. Tampoco es un hombre ejemplar, ya que tiene un amor clandestino que marca su vida y una vida familiar que la dirige. Y ni siquiera tiene una vida fácil, le toca vivir un momento de convulsión en el que en apenas unas semanas el país siente como si fuera a romperse, cambiando libros por armas y deportes por funerales. Ante eso la opción que toman muchos es la supervivencia, pero indudablemente todos quedan con una marca interior.

     En esta obra Antonio busca comenzar marcando al que será su personaje principal, pese a que aparecen muchos en la obra y todos ellos resaltables. Deja para ello como un mero escenario los tiempos de preguerra. Se trata de contarnos una historia no a través de una crónica sino de cómo lo vive la gente, se mete en sus cabezas para deshojar sentimientos con ritmo pausado y constante. Esto es así porque nada escapa del ojo de Muñoz Molina, todo se nos presenta para poder situarnos perfectamente en el contexto que se desarrolla la obra sin que tengamos la sensación de estar ante un tema manido. Posiblemente la idea se vea reforzada porque su personaje principal es complejo, a ratos pareciera que contradictorio en origen, ideas y reacciones. Por ello es fácil que lo identifiquemos como real, ya que todos lo seríamos ante una situación así. Además cobra fuerza su adulterio, el amor descubierto en la madurez que nos es mostrado sin tapujos, dejando que juzguemos nosotros mismos si su forma de actuar nos parece o no la adecuada. Es curioso como consigue tenernos pendientes de este amor cuando el país esta rompiéndose con lo que hoy conocemos como Guerra Civil, y es ese precisamente su mérito. Lograr que el lector lo viva siendo testigo de primera mano de la confusión real de las calles, otorgando a sus letras el valor de reales, salpicadas con personajes que existieron y que son tratados con respeto y sin tapujos por la brillante pluma del autor. Porque si algo hay que resaltar es su prosa precisa alejada de simpatías hacia unos u otros, la opinión nos la vamos forjando nosotros mismos.

     Ignacio Abel es, como ya he dicho, un personaje inolvidable que nos introduce en una novela llena de pasión que nos ayudará a comprender como era un mundo que no vivimos sin buscar simpatías políticas ni personales, buscando simplemente sentimientos.
     Si no os echan atrás sus casi mil páginas, os recomiendo que conozcáis la historia que nos cuenta Antonio Muñoz Molina, no os arrepentiréis.

Porque... ¿os asustan los libros voluminosos?

     Gracias