jueves, 7 de julio de 2011

A sangre fría. Truman Capote

"Soy alcoholico, soy drogadicto, soy bisexual, soy un genio"
Truman Capote

      "Casos como el de los Clutter, crímenes de semejante magnitud, despiertan el interés de los hombres de leyes en todas partes, en especial los que tienen a su cargo la investigación de crímenes similares todavía sin resolver, porque siempre es posible que al solucionarse un misterio pueda a la vez resolverse otro".
      Volvemos con Capote, uno de mis autores favoritos. Truman Capote nació en Nueva Orleans, fué criado por cuatro ancianos lo que, según sus propias palabras, provocó su gusto por los chismes sobre la vida ajena. Hobbie que le proporcionó información para grandes novelas y que culminaría con la magnífica "Plegarias atendidas". Comenzó a escribir a la temprana edad de 8 años aun cuando apenas conocía a gente que leyera, no hablemos ya de escribir, pero no fue hasta los 17 cuando cambió su apellido por el de Capote, tomándolo de su madre casada nuevamente, que comenzó a publicar, entrando poco después trabajar en el New Yorker.
      En el año 1959 en Holcomb, Kansas, aparece asesinada de forma brutal la familia Clutter causando un gran revuelo entre la población y atrayendo multitud de medios debido, entre otras cosas, a la ausencia aparente de móvil en estos asesinatos. Capote es enviado por The New Yorker y al poco de llegar, viendo la reacción del pueblo frente a los crímenes decide quedarse e investigar, intuyendo que está ante una gran novela. Pasa allí seis años hablando con la población con los que tuvo roces por sus extravagancias, y visitando a los acusados cuando fueron apresados, con los que llega a coger amistad. Tardó seis años en terminarla novela porque era un final predicho, los asesinos eran ejecutados. Lo que no esperaba Capote es que su ejecución lo afectase tan profundamente como para hablar de depresión.
      Es, por tanto, una novela de periodismo y de investigación que arranca con esos asesinatos, totalmente reales. Aparece la novela real, aunque escrita como una novela no interviene su imaginación para crear los hechos que relata en ella, contándonos de forma paralela la vida de las víctimas y la de los asesinos. Nos encontramos frente a una radiografía social tomada a partir de algo tan traumático como un asesinato, veremos la sociedad y el intento, no de justificar, pero si de mostrar la vida de los asesinos y el rumbo que toman para acabar cometiendo esos actos tan atroces. Nos lleva incluso a sentir lástima por ellos aunque en ningún momento se pone" de su lado", no encontrando una defensa de esos crímenes sin motivo, salvo, tal vez, esos cuarenta o cincuenta dólares que se llevaron.

     No hace falta que diga quienes son, verdad?
    Gracias

1 comentarios:

ssanabria dijo... [Responder]

Hola

Que libro tan bueno...un ejemplo de como se hacen las crónicas y cual deberia ser el criterio de investigación en el periodismo..ahora que todos se dedican a la sección de entretenimiento.

Saludos