viernes, 8 de julio de 2011

Cumbres borrascosas. Emily Brontë



      "La casa que habitaba el Sr. Heathcliff se llamaba Cumbres Borrascosas en el dialecto de la región. Y por cierto que tal nombre expresaba muy bien los rigores atmosféricos a que la propiedad se veía sometida cuando la tempestad soplaba sobre ella"
      No hace mucho que me lancé con Cumbres Borrascosas, sabía que era el único libro de Emily Brontë y me temía un novelón romántico. Siempre he oído eso de que es la historia de amor más hermosa y más trágica jamás contada. Esas cosas tienden a echarme un paso atrás de cualquier libro. En este caso... es cierto, es una historia de amor contada desde un observador imparcial, que, todo hay que decirlo, se queda un tanto anticuado y nos suena artificioso, o eso o jamás meteríamos a nadie en nuestra casa porque la narración de la sirvienta nos da a entender que en esa casa cada pared tenía un agujero para que esta señora fuera privilegiada espectadora de cuanto allí sucedía. Es un libro de amor que se aleja de lo pasional, no estamos ante una fuerza romántica que lucha contra todo y vence, colocando a nuestros personajes con la cabeza alta ante las adversidades, ni tampoco los mata para dejarlos marcados de por vida. Es la propia pasión la que se presenta como una fuerza destructiva mostrándonos a sus protagonistas en estados cada vez más exaltados, irascibles hasta puntos insospechados y girando siempre un poco la historia para aprisionarlos más.
      Añado, además, que hoy en día nadie se rechaza por sus orígenes, por eso también se nos encuentra un tanto desfasada la novela, aunque este punto somos capaces de sortearlo sin problemas. Consigue además su autora que el tercero en discordia, el enamorado con el que se casa Catherine, nos haga tan poca gracia como a ella misma, pese a que en ningún momento nos engañan sobre su estado de desdicha provocado por el matrimonio que contrae con una mujer enamorada de otro.
      Supongo que el mejor resumen nos lo da uno de sus protagonistas cuando dice..
      "Mi amor por Linton es como el verde de los bosques. El tiempo hará que cambie, estoy segura, como el invierno cambia los árboles. Mi amor por Heathcliff se asemeja a las rocas eternas que sobresalen profundamente enterradas en la tierra: son motivo de escaso goce para quien las contempla, pero al mismo tiempo son necesarias."
      Opinad vosotros mismos.
      Gracias

3 comentarios:

Anónimo dijo... [Responder]

animaría sin recelo su lectura, para mí de lo mejor....
el cuerpo se encoge frente a sentimientos tan
arrebatados.

Galtzagorri dijo... [Responder]

Me gustó mucho este libro por esas pasiones tan oscuras y autodestructivas que describe, un reflejo de muchas relaciones de hoy en día. El paisaje también me enamoró, y esa casa tan tétrica... Ya solo me queda por leer a la tercera hermana, Anne Brontë. Por cierto, ¿sabias que de los tres libros principales de las hermanas, Jane Eyre, Cumbres Borrascosas y Agnes Grey, Cumbres Borrascosas fue el único que no fue aceptado? En mi opinión, es mucho más original que Jane Eyre.
Besos de duende!

Waldir Ruiz dijo... [Responder]

Actualmente estoy leyendo esta obra. Ya casi a punto de terminar y no concuerdo con vos cuando decís que a nadie se rechaza por sus orígenes y que la obra se queda defasada en ese sentido. Claro que no. La discriminación es algo que se sigue viviendo hoy por hoy sin importar por qué. Y, al contrario del romanticismo tradicional con el que juzgas a Catherine y a Edgar Linton, yo creo que perfectamente es posible amar a dos, tres, cuatro cinco personas... la historia es románticamente posible. Concuerdo en los otros sentidos con vos, sobre todo, respecto a la narración.